Juan Marín saca una gran ventaja a Carrillo y se impone en las primarias andaluzas de Ciudadanos

El candidato alternativo, el parlamentario por Córdoba Fran Carrillo, consiguió 454 respaldos (el 32,2 por ciento), mientras que los seis aspirantes restantes que seguían en liza obtuvieron resultados testimoniales que en la mitad de los casos ni siquiera llegaron a los cinco votos.

Tan pronto como conoció su victoria, Marín publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que agradeció a sus compañeros la confianza depositada. «Prometo no defraudaros y seguir dejándome la piel cada día para continuar haciendo de #Andalucía una tierra de oportunidades. El cambio es imparable».

La presidenta nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, felicitó al candidato ganador y a los afiliados que participaron en el proceso. En los últimos meses, Arrimadas se ha convertido en uno de los apoyos más firmes del ya candidato naranja.

También Carrillo dio la enhorabuena al que consideró candidato ganador. «Ahora toca unidad y defensa sin fisuras de estos principios», escribió en su cuenta.

Con la elección de Marín, las tres fuerzas políticas con mayor representación en el Parlamento de Andalucía ya cuentan con candidato a la Junta. Al aspirante naranja se suman el presidente, Juanma Moreno, por el Partido Popular, y Juan Espadas, por el PSOE de Andalucía. Sin embargo, sobre la celebración de las primarias ha vuelto a sobrevolar la posibilidad de que Ciudadanos acuda a los comicios junto con el PP, una idea que en esta ocasión volvió a surgir tras volver a ponerlo sobre la mesa la presidenta nacional del partido, Inés Arrimadas. La propuesta ha sido rechazada de inmediato por la dirección nacional del PP y recibida de momento en silencio por los populares andaluces, que consideran que se trata de un debate prematuro. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, felicitó ayer en Twitter al ganador y escribió que «nuestra comunidad es ejemplo de que en política se puede gestionar desde el encuentro y con altura de miras».

El resultado pone fin a un proceso relámpago que lejos de disimular por su corta duración la crisis que sufre la formación naranja, la ha colocado bajo a los focos. A las protestas por la forma en que se convocaron las primarias le siguieron varios episodios de guerra sucia librada en la red que demostraron la profundidad de las divisiones internas.

Antes, la Comisión de Garantías había retrasado la convalidación de la candidatura de Fran Carrillo al considerar que mantenía una deuda con el partido por no haber realizado aportaciones que corresponden a su condición de cargo electo. El dirigente respondió con munición gruesa. Aseguró que se le estaba reclamando un 'impuesto revolucionario', ya que el partido declara esos ingresos como donaciones. Posteriormente hizo el ingreso que se le demandaba ante una notaría. Cuando la Comisión de Garantías no admitió esta fórmula, hizo el pago y pudo participar del proceso, pero para entonces lo descarnado del enfrentamiento ya había visto la luz. Después vinieron las filtraciones.

Todo el proceso se desarrolló a velocidad de vértigo, con tiempo para las acusaciones cruzadas pero no para el debate. Los afiliados de Ciudadanos en Andalucía, cuyas filas se han visto drásticamente menguadas prácticamente a un tercio en sólo tres años -en 2018 podían votar 6.500 militantes y en esta ocasión el censo era sólo de 2.589- fueron convocados a presentar candidaturas el pasado martes 7 de diciembre, en pleno puente entre el Día de la Constitución y el Día de la Inmaculada. El jueves por la noche se cerró el plazo para la presentación de candidaturas y durante el fin de semana fue el momento para la presentación de propuestas y los debates, que nunca llegaron.