Andalucía mantiene cerrada la movilidad entre las provincias en Semana Santa
Se amplia el toque de queda entre las 23 y las 6 horas y se permitirá la apertura de los servicios no esenciales hasta las 22.30 horas
En la Junta de Andalucía no quieren dar un paso en falso. Minutos antes de la reunión con el comité de expertos, el presidente Juanma Moreno se mostraba «preocupado» por los datos ... después de que la incidencia del coronavirus en la región haya bajado 20 puntos en las últimas dos semanas, mientras que en las dos anteriores lo había hecho en más de 300 puntos. El frenazo en la desescalada de contagios explica la prudencia del Gobierno autonómico, que este miércoles ha anunciado que no reabrirá la movilidad entre provincias, aunque aliviará las restricciones generales: ampliará el toque de queda entre las 23 y las 6 horas y permitirá que los bares y comercios abran hasta las 22.30 horas salvo en los municipios con más de mil casos por cada cien mil habitantes.
Estas medidas estarán en vigor entre el 19 de marzo y el 9 de abril. Las reuniones seguirán teniendo un máximo de seis personas, salvo en el interior de los locales, restringidas a cuatro. Moreno recuerda que la situación «sigue siendo imprevisible» y pide «que no nos dejemos engañar por los datos» pese a la mejoría detectada: «Venimos de una situación de riesgo más que extremo y el descenso puede hacernos pensar que estamos muy bien, pero no es así».
Hasta ahora, la Junta ha ordenado el cierre perimetral (la prohibición de entrar o salir de un territorio salvo causa justificada) cuando los municipios superan los 500 casos por cada cien mil personas en las últimas dos semanas y ha decretado además el cierre de toda actividad no esencial cuando la incidencia sobrepasa los mil contagios. Para moverse de un municipio a otro ha sido necesario que tanto la localidad de origen como la de destino estuvieran por debajo de los 500 casos, situación que en la actualidad cumple la mayor parte de la provincia de Málaga tras doblegar la curva. El 1 de febrero se alcanzó la peor tasa histórica de contagios, con más de mil positivos por cada cien mil habitantes. Desde entonces, la incidencia ha bajado de los 100 casos, riesgo considerado medio. Este miércoles, la provincia presentaba una tasa media de 95 positivos.
Conscientes de que los distintos indicadores que fotografían el estado de la pandemia, como la presión hospitalaria y la incidencia acumulada, siguen por encima de los niveles recomendados, y temerosos de que la transmisión de nuevas variantes como las cepas británica y sudafricana precipiten la llegada de una cuarta ola, desde el Gobierno andaluz han optado por una posición conservadora, manteniendo la mayoría de restricciones. Muchas de estas medidas, como la limitación de las reuniones dentro y fuera de casa a un máximo de seis personas si se celebran al aire libre y de cuatro personas si se producen en interior, fueron posteriormente acordadas por el Consejo Interterritorial, formado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Sólo la Comunidad de Madrid se desmarcó de aquella reunión al anunciar que no acataría las decisiones adoptadas.
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