«No creo en la Justicia», afirma la madre y esposa de las víctimas del crimen de Almonte

El cadáver del hombre presentaba en la espalda una herida en forma de cruz, mientras que en el de la pequeña se contabilizaron 104 cortes. El único inculpado por el doble crimen fue Francisco Javier Medina, vecino de Almonte y compañero de trabajo del hombre asesinado que fue absuelto por un jurado popular en 2017, sentencia ratificada por el Tribunal Supremo. La novela retoma los hechos de aquel 27 de abril que hicieron que Rocío Castrillo, veterana periodista y escritora se trasladase desde Madrid a su pueblo natal almonteño para relatar los hechos como testigo directo.

De hecho, el libro es el resultado de un intenso y documentado trabajo con los protagonistas reales de la historia, del que su autora señala que «cuando conocí el caso pensé de inmediato en 'A sangre fría', de Truman Capote, y me propuse seguir los pasos del periodista y escritor norteamericano para construir, con la misma estructura, una novela de no ficción sobre el doble crimen ocurrido en mi pueblo natal». «Este libro es el resultado de tres años de trabajo, con investigación periodística, documentación y casi un centenar de entrevistas con personas relacionadas directa o indirectamente con la historia», afirma Castrillo, que cita que contiene declaraciones exclusivas de las víctimas vivas de la tragedia, «y sus reacciones ante la situación del crimen sin castigo».

Muchos de ellos «no habían hablado con ningún medio después de conocerse la sentencia del Supremo que ratificaba la absolución del único acusado», recuerda la autora. Así, ofrece retratos pormenorizados de las víctimas, del acusado y del entorno de ambos tras, entre otras cosas, asistir al juicio celebrado en Huelva y contar con la colaboración de los investigadores de la Guardia Civil.

Sobre la base de su experiencia en el proceso, presenta una completa radiografía del doble asesinato y del entorno en que aconteció, resaltando que «'151 cuchilladas' es una novela de no ficción que ofrece un relato estremecedor de pasiones desbordadas, testimonios desgarradores y escenas sobrecogedoras sobre un atroz doble crimen sin castigo que guillotinó la paz almonteña, y abrió uno de los capítulos más oscuros de la crónica de sucesos de España». «Escribir una novela de no ficción como ésta es difícil y muy delicado, puesto que los hechos se refieren a personas reales, que salen en el texto con sus nombres y apellidos», subraya Rocío Castrillo.