El consejero de Justicia apuesta por «potenciar la mediación» como fórmula para bajar la litigiosidad en Andalucía, que es «muy alta»

En declaraciones a los periodistas antes de participar en un coloquio sobre la Constitución con alumnos del IES Góngora de Córdoba, Nieto ha reaccionado así después de conocerse, por el informe estadístico difundido esta semana por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre la 'Situación de los órganos judiciales en el tercer trimestre de 2022', que los órganos judiciales andaluces registraron durante los pasados meses de julio, agosto y septiembre 300.028 nuevos asuntos, lo que ha supuesto el citado incremento del 6,5 por ciento con respecto al mismo trimestre de 2021.

Ante esto, Nieto ha explicado que «España lidera la tasa de litigiosidad en Europa», ya que es «uno de los países en los que más controversias entre ciudadanos llegan a los juzgados», y Andalucía «es de las comunidades autónomas que lidera el ranking a nivel nacional y, por tanto, no es una buena noticia».

A juicio de Nieto, «era algo esperable» dicho aumento, como consecuencia de la pandemia del Covid-19, pues «ha habido muchos problemas generados por la propia pandemia», a los que se suman «otros asuntos, que se han activado después de que en el año 2021 se redujera considerablemente el número de litigios».

Ello «preocupa tanto» en Justicia que están «trabajando en potenciar la mediación y el arbitraje en Andalucía, como solución extrajudicial, algo que creemos que tiene potencial», recordando Nieto, en este punto, que la pasada semana visitó en Granada «uno de los de los PIMA, de los Puntos de Información a la Mediación en Andalucía», que sirven «para que los andaluces sepan que, además de presentar un pleito, una demanda o una querella, también tienen la opción de buscar un apoyo técnico para mediar y para que, desde el acuerdo, las dos partes puedan resolver esa controversia».

«Pero no nos vamos a quedar ahí -ha proseguido-, pues vamos a intentar también mejorar incluso la participación de los abogados y de los procuradores en esa mediación, y que hagan posible una solución alternativa al litigio, una solución alternativa al pleito, y que ello nos permita bajar de una forma importante la tasa de litigiosidad».

Junto a ello, Nieto ha asegurado que «hay un dato, que también tiene que ver con esto y que sí es positivo, ya que por fin estamos consiguiendo que, en materia de violencia de género, ninguna mujer que sufre algún tipo de violencia se quede sin denunciar», que es «el primer paso para conseguir erradicarla, y se está consiguiendo», lo cual «es un dato positivo, pero que tiene un componente negativo», el de que «estamos sobrecargando los juzgados de Violencia».

Ante ello, desde la Junta Andalucía, como vienen haciendo en los últimos años, se seguirá «pidiendo, por favor, al Ministerio de Justicia, que nos dote de más órganos judiciales», teniendo en cuenta que un reciente informe del CGPJ «dice que son necesarios 34 jugados más de lo Social», de los cuales «12 tenían que estar en Andalucía, y estamos pidiendo el Ministerio que por favor los dote, porque tenemos muchos juzgados sobrecargados».

Además, según ha afirmado Nieto, «exactamente igual ocurre en los juzgados de Violencia de Género», que padecen «una sobrecarga muy importante, que requiere o un refuerzo o nuevos juzgados, que corresponde al Ministerio de Justicia dotar», mientras que a la Consejería de Justicia, según ha aclarado, «lo que le corresponde, una vez que se tome esa decisión por el Ministerio de Justicia», es «poner todo el aporte tecnológico», además de «una sede física y todo el personal de Justicia que arropa y auxilia al juez que se designe».

De hecho, la Junta «siempre» ha cumplido con sus competencias en dicho ámbito, y «este año vamos a poner en marcha 14 nuevos juzgados más en Andalucía», lo que «va a suponer una inversión de 500.000 euros anuales en mejora de personal», lo cual se hace desde el convencimiento de que es «absolutamente imprescindible dotar adecuadamente a nuestros tribunales, para poder responder a la demanda de la ciudadanía y, en medio de eso, tratar de ir bajando la litigiosidad, en la medida de nuestras posibilidades».