El camino contra la pérdida de población rural

¿Cuáles son estos polos de atracción? Además de Sevilla, que por su capitalidad y nivel demográfico atrae a muchos trabajadores, en la comunidad el dinamismo lo marca la provincia de Málaga, que en 2018 creció en 20.644 habitantes, según el último padrón. Esto es, más que todas las otras juntas. «No es hacer carreteras porque sí, hay que hacer que esa vitalidad económica y social que representa la franja litoral irradie hacia el interior de Andalucía, y eso se consigue con facilidades de comunicación». Se trata de que cualquiera pueda ir y venir en el día a trabajar a Marbella desde Osuna o Loja, y no como ahora, que se ven obligados a mudarse. Una obra clave en este sentido es la prolongación de la autovía del Guadalhorce (A-357) hasta conectar con la A-92 a la altura de Osuna. Por el otro extremo, desde Coín bajaría hasta la Costa, para desembocar en el límite entre Marbella y Fuengirola. Se trata de un proyecto que permanece latente desde hace tres décadas, pero que el nuevo Gobierno de la Junta pretende recuperar.

Esta carretera beneficiaría sobre todo al corazón de Andalucía, especialmente a la provincia de Sevilla (Osuna, Estepa, Marchena, Morón, etc) y tendría una población servida de casi cuatro millones de personas, sumando la de los municipios cercanos al trazado, las áreas metropolitanas de las dos principales urbes y la Costa del Sol. De Sevilla a Marbella el trayecto en coche se reduciría en 40 minutos, hasta una hora y 40. Además, soluciona el problema de zonas endémicamente mal comunicadas como Ronda.

En cuanto al sistema ferroviario andaluz, para los expertos consultados el punto crucial es lograr la conexión del Aeropuerto de Málaga con la red de alta velocidad, por las implicaciones que tendría en todo el contexto autonómico. No en vano, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, la defendió años atrás como la mayor necesidad de la capital hispalense, consciente del flujo turístico y económico internacional que entra por las terminales. A ello, se une la prolongación de una línea ferroviaria hasta Marbella, pero más que un cercanías, como el que llega hasta Fuengirola, debería ser un nuevo eje de alta capacidad, que pudiera soportar todo tipo de trenes, de manera que fuera posible llegar al corazón de la Costa del Sol directamente desde las principales ciudades andaluzas y desde Madrid.

La conexión del centro de Sevilla con su Aeropuerto, e incluso con Cádiz; y el aumento de los servicios regionales de alta velocidad, sobre todo con el Avant a Granada, son otras de las propuestas que pueden ayudar a mitigar la despoblación del interior.