Bronca entre PP y PSOE en el Parlamento andaluz: «Escondían debajo de la alfombra la basura para llevárselo calentito»

El rifirrafe se produjo a raíz de la intervención del portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, que planteó al presidente que detallara los compromisos del Gobierno andaluz sobre el medio ambiente. Nieto contrapuso en su intervención las medidas «reales» de la Junta frente a las «promesas incumplidas» del anterior gobierno socialista, partido al que pidió que dejara de «criticar e insultar» y que hiciera alguna propuesta en positivo.

El popular denunció compromisos medioambientales que «no se ha realizado jamás» como la gestión del canon y la depuración del agua, y aludió también al modelo del PSOE de la planta de reciclaje de Estepa (Sevilla). «Lo que hacía era esconder debajo de la alfombra la basura y llevárselo calentito. Algunos tendrán que dar muchas explicaciones», ha aseverado.

La afirmación provocó la reacción airada de la bancada socialista y motivó el cruce de acusaciones con los diputados del PP en un ambiente a gritos, a lo que Nieto espetó: «No se alteren, relájense. Tienen la piel muy fina para lo que insulta».

Entre la algarabía de voces de una y otra bancada, la presidenta, Marta Bosquet, pidió una y otra vez silencio y respetar los turnos de palabra sin conseguirlo. Ante la estresante situación y los amagos de suspensión de la sesión, pidió la palabra el portavoz adjunto del PSOE, Rodrigo Sánchez Haro, para reclamar a la presidenta que Nieto retirara el «insulto», apreciación que no compartió la presidencia.

A partir de este momento, las diferencias e interrupciones las protagonizaron la presidenta y el portavoz socialista, que criticó la actitud de Bosquet y pidió que Nieto retirara los «insultos» al PSOE. «A un señor que tiene relaciones con la Púnica no le vamos a consentir que diga lo que ha dicho. No es nadie para dirigirse a este grupo como lo ha hecho», censuró el socialista.

La polémica acabó con la negativa de Nieto a reiterar sus declaraciones contra el PSOE, que acusó a Bosquet de no mantener el decoro en la Cámara. Bosquet llamó al orden a Sánchez Haro y este le advirtió de que ese «no era el camino». Acto seguido, Moreno tomó la palabra para explicar las medidas sobre la «revolución verde» de su gobierno, pero el hemiciclo estaba en la resaca de la bronca.