Julio Anguita llama a la reflexión sobre el lado oscuro de la globalización capitalista

En una charla en el Paraninfo de la Facultad de Económicas y Empresariales durante la inauguración de las undécimas jornadas sobre Economía Crítica, Anguita ha sostenido que no está en contra de la globalización pero ha dicho que sí le preocupa quién la va a protagonizar. Y en este sentido y tras hacer un recorrido histórico sobre el capitalismo y los derechos humanos, ha afirmado que algunos de estos últimos –como el derecho a un salario digno, a la igualdad salarial entre hombres y mujeres o la lucha contra el paro- no son garantizados por los estados.

Anguita ha expuesto que la internacionalización de la economía ha roto el tradicional equilibrio entre economía y estado y que esta circunstancia, sin un poder político mundial que controle la economía, está provocando “una crisis tremenda” de la civilización industrial porque hasta ahora se había asentado sobre los ejes de la convivencia entre el capitalismo y la democracia representativa, y esta última ha perdido el control sobre la economía.

“El sistema económico le indica al sistema político lo que tiene que hacer”, ha manifestado, al tiempo que ha reclamado que exista una institución internacional –ha mencionado la ONU, pero con mayor poder de decisión- que garantice el cumplimiento de los derechos humanos. A este respecto, el histórico dirigente comunista ha lamentado “la hipocresía” de los políticos por hablar de defensa de los derechos humanos y no garantizarlos.

Julio Anguita también se ha pronunciado sobre algunos asuntos de actualidad. Así ha apoyado la huelga feminista del próximo 8 de marzo y ha sostenido que si las mujeres no lideran la reivindicación de una equiparación salarial y de derechos “los hombres no lo harán”.

Respecto a las manifestaciones de jubilados reclamando una subida de las pensiones, Anguita ha respaldado esta exigencia pero ha matizado que los pensionistas no sólo deben pedir un aumento de sus pensiones, que a su juicio vendrá recortando las partidas de otras materias como sanidad o educación mientras que no se tocará el gasto armamentístico, por lo que ha instado a este colectivo de mayores a exigir un cambio del modelo que permita la supervivencia del sistema público de pensiones.