Sunny View School dona 160 ordenadores para estudiantes de distintos centros de Torremolinos

El equipo de la Falsa Realidad se dispuso en la búsqueda de personas que les echasen una mano para coser miles de mascarillas. Y no les fue nada mal, tanto que llegaron a repartir hasta 40.000 y 5.000 pantallas de protección, llegando a escolares de todo Torremolinos, residencias de mayores, Policía Nacional y Local, entre otros. «Aunque somos 10 socios en activos nos consideramos una asociación muy abierta. Al principio veíamos cuánta necesidad había y decidimos actuar. Nos coordinamos con Cruz Roja también para recoger 20.000 kilos de alimentos en algunos supermercados», comenta Manuel Arenas, presidente de la asociación.

En esta labor tan diversa, entra en juego la colaboración de la familia Pettis y Sunny View School. John Pettis, el director de este centro, vio que la situación se agravaba conforme iban pasando los días y que había muchas familias que no tenían medios para poder conectarse y seguir las clases online. En contacto directo con La Falsa Realidad, los hermanos Pettis (Richard, Michael y John) quisieron donar 160 ordenadores para que ningún pequeño de Torremolinos no pudiera seguir el ritmo de sus compañeros al carecer de medios tecnológicos. La Falsa Realidad contactó directamente con los centros de educación primaria La Paz, Ciudad Palma de Mallorca, El Pinillo, Atenea y con los institutos Costa del Sol y Concha Méndez para que los mismos docentes valoraran qué alumnos no rendían como lo hacían de forma presencial al carecer de los medios para hacerlo. «Nos hemos preocupado en ayudar a aquellos estudiantes que con su esfuerzo, inteligencia y trabajo necesitan una ayuda que les permita accedes a las mejores instituciones educativas del mundo. También lo hemos llevado a cabo con Cristian Gil y Nadia Gil, amigos y padres de un alumno del colegio», cuenta John Pettis a SUR sobre su iniciativa altruista.

Los ordenadores, que no son en condición de préstamo, ya están siendo una vía muy útil para que niños y niñas de Torremolinos puedan recuperar los meses perdidos: «Queremos ir más allá del concepto de empresa. Somos educadores y nos sentimos responsables de que, aunque seamos un centro privado, todos aquellos estudiantes que con su esfuerzo y sacrificio quieran alcanzar un alto nivel educativo, no tengan que enfrentarse a una barrera económica o técnica», cuenta el director de Sunny View School.

Aunque después de donar los ordenadores las mismas familias seencontraron con el problema de la conectividad, La Falsa Realidad buscó una solución muy efectiva que se basa en la solidaridad: «Pedimos ayuda a la población y los vecinos de estas familias para que les dieran sus claves de Wifi. Ahora que ya han abierto biblioteca y hay más zonas de conexión es más fácil trabajar», cuenta María García, socia de La Falsa Realidad.

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