Pozos Sin Fronteras: Una nueva vida para niños huérfanos y enfermos

Fue a través de un conocido como esta historia llegó a Pozos Sin Fronteras de la mano de su presidente y fundador, Coco Saneme, que conoció a Sister Mary cuando le contaron la situación unos amigos: «Es una labor tan imprescindible que decidimos ayudarla con este proyecto en el que tenemos una parte activa con la aportación mensual que hacemos para colaborar con ellos; pero además queremos crear conciencia para que la gente la conozca y sepan que pueden ayudarle. Gracias a Fundación El Pimpi con su proyecto Soles de Málaga hemos podido arrancar con esto», apunta el presidente de Pozos Sin Fronteras en una conversación con SUR. Y es que en la última edición del Festival Soles de Málaga este fue uno de los proyectos seleccionados para recibir financiación de esta iniciativa que organiza Fundación El Pimpi.

«Ella trabaja como nadie y está consiguiendo muchas cosas porque lucha y cree en lo que hace. Sister Mary está llevando a cabo una labor imprescindible y nosotros queremos estar ahí para adaptar el hogar digno para esos menores. Ella misma los registra y les da sus apellidos porque están en el hospital totalmente solos». Así habla el director de cooperación internacional de Pozos Sin Fronteras, Pepe Albújar, cuando habla de este último proyecto de la ONGD. La situación en este hogar del que cuida Sister Mery es crítica con problemas como «falta de estabilidad financiera, falta de personal, necesidades básicas, estructuras insuficientes, falta de agua y electricidad...», enumeran desde Pozos Sin Fronteras cuando explican las carencias de este hogar.

Desde esta ONGD malagueña quieren que este proyecto llegue a mucha gente. Sea de la forma que sea, pero que se sepa el trabajo que hace Sister Mary: «Quien quiera saber de ella puede escribirnos y le damos el teléfono directo para que ella les explique cómo está la situación allí y puedan ayudarla. La idea es que este no sea sólo un proyecto de Pozos Sin Fronteras, sino que sea de cualquier persona que lo conozca y quiera colaborar», asegura Coco Saneme. Ellos son alrededor de 130 socios y entre todos ponen su granito de arena para seguir moviendo este proyecto, pero la ayuda y el apoyo social nunca está de más cuando se trata de colaborar con los más necesitados.

En 2008 fue cuando Coco Saneme habló con unos amigos y se embarcó en este proyecto que ahora, quince años después sigue en pie y continúa haciendo la labor por la que nació: trabajar por los demás. «Todo empezó por la necesidad de ayudar y amar al prójimo, de darle de comer al hambriento», confiesa el presidente de Pozos Sin Fronteras. En su equipo más cercano, Pepe Albújar y Fernando Marín, que cada año viajan juntos para controlar y conocer nuevas iniciativas en Burkina Faso y Togo, entre otros lugares. «Cuando vamos y vemos la situación conmueve todo, por eso nos entran más ganas de ayudar; vemos que realmente necesitan ayuda y que hay que conseguirla sí o sí», reconoce Pepe Albújar.

Casi cien pozos construidos para los más necesitados y proyectos como el de Sister Mary están en manos de esta ONGD malagueña, que además tiene su propia marca de agua solidaria con un envase de origen vegetal y 100% reciclable y con la que se puede colaborar comprando y donando a través de su página web (www.pozossinfronteras.org). Todo para seguir siendo un altavoz para convertir estas grandes acciones invisibles en algo visible para la sociedad.