De pedir alimentos a tener una búsqueda activa de empleo: Bancosol no cronifica la pobreza
El banco de alimentos no sólo trabaja en el reparto de comida, también lidera un programa de inserción laboral para personas en riesgo de exclusión
Todos miraban a Nuria Pastor con atención y timidez al mismo tiempo. Ella es una de las trabajadoras sociales del área de inclusión laboral de ... Bancosol y ellos son los 15 alumnos del curso de 'Ayudante de cocina y office', uno de los que imparte la entidad para conseguir no cronificar la pobreza ni la exclusión social. Este proyecto de inclusión sociolaboral lleva realizándose desde 2014 y en el arranque de una de las formaciones de este curso ha estado presente SUR para conocer el funcionamiento del programa, que cuenta con el impulso de Fundación 'la Caixa' a través de sus convocatorias de proyectos sociales.
Los alumnos, tras recibir clases en las distintas academias que colaboran en esta iniciativa, acuden a las salas del centro de innovación social La Noria –de la Diputación de Málaga– para completar su formación con el curso de orientación laboral que imparten los técnicos de Bancosol. En este caso, los quince alumnos de 'Ayudante de cocina y office' que atendían a Nuria Pastor estaban viviendo la semana pasada su primera sesión de orientación laboral: «Tenéis que buscar un buen apoyo en vuestras redes más cercanas como amigos o familia», aconsejaba la trabajadora social.
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Ellos han pasado una entrevista individual previa durante el proceso de selección de Bancosol, que se inicia con la derivación de usuarios desde las 149 entidades sociales de la provincia con las que trabajan e incluso muchos trabajadores y centros sociales recomiendan a personas en riesgo de exclusión social que acudan a estos cursos de Bancosol.
En la visita de SUR a la formación de Bancosol, la responsable del área de inclusión laboral de la entidad, Carolina Moreno, detalló cómo este proyecto se adapta a las necesidades y peticiones de las empresas con las que colaboran para realizar las prácticas posteriores a la formación. «No hacemos las acciones formativas así porque sí. Nosotros nos sentamos con las empresas para ver las necesidades que tienen en puestos concretos y buscamos las academias que tienen el contenido acorde al puesto. Luego nos encargamos de la selección óptima del participante buscando actitud y compromiso real con el entorno laboral. Además, impartimos las sesiones de orientación laboral y talleres que les aportan herramientas en su búsqueda de empleo», explica Carolina Moreno.
Entre las formaciones que han ofrecido en estos diez años del proyecto están: mozo de almacén, camarero de sala, corte de jamón, inglés para hostelería, mantenimiento de edificios, auxiliar de productos de carnicería, charcutería y pescadería o envasado y almacenamiento de alimentos, entre otros muchos.
«La realidad es que cada año abarcamos más sectores y crecemos porque tenemos el empeño y la certeza de que hay que ayudar a las personas en situación de pobreza y en riesgo de exclusión social. Nuestro objetivo es que puedan salir de su situación vulnerable y reinsertarse en la sociedad con un trabajo digno», concluye la responsable del área, Carolina Moreno.
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