Málaga tiene un juego lleno de fantasía para ayudar a niños con autismo

Desde un pequeño espacio para abarcar necesidades básicas hasta un centro que aún sigue en pleno crecimiento, así lo ha vivido el gerente del centro especial de empleo y el responsable institucional de la Fundación Autismo Sur, Norberto Nieto: «Llegué en 2005 y he visto crecer este proyecto que empezó con una oficina y ahora se ha convertido en un centro con muchos servicios y apoyos», valora desde una de la sala de ocio en una conversación con SUR. Allí, la directora general, Carmen Sánchez, analiza cada iniciativa que han podido llevar a cabo en estos últimos años: «Y seguimos trazando a dónde vamos y qué queremos hacer, este nuevo aula sensorial es una herramienta muy necesaria para los usuarios, tanto para atención temprana como para los chicos de la residencia», apunta.

Al llegar a esa sala, se abre un nuevo mundo: música relajante, luces que cambian de color según el sonido, cama de agua con vibración y zona de ejercicios vestibulares. Un espacio que ha sido posible gracias a la financiación de Fundación 'la Caixa'. «Esto al niño le da una información que va causando respuestas», señala la terapeuta ocupacional del centro, Laura López. Y es que a las personas con autismo tienen dificultades para procesar los estímulos sensoriales y presentan sensibilidad ante ellos; les resulta complicado ordenar, jerarquizar e integrar la información que reciben. «Los problemas sensoriales en el autismo repercuten directamente en el aprendizaje, así como en las rutinas de vida diaria, incidiendo en los hábitos de higiene como la ducha, cortar el pelo, vestirse lavarse las manos y los dientes; además de los problemas alimenticios o de sueño», informan desde la Fundación Autismo Sur en sus redes sociales cuando hablan de la nueva sala multisensorial.

Ampliar

Algo que desglosa desde ese mismo lugar la psicóloga de la fundación, Sara Ramos: «Tenemos chicos que buscan constantemente un balanceo, ese movimiento que les haga sentir su cuerpo en el espacio. Por eso cuando les ofrecemos las actividades en los ejercicios vestibulares dejan de estar concentrados buscando constantemente esa información de su cuerpo y pueden comenzar a trabajar otra cosa», concreta. Y es que cuando hablan de objetivos de esta sala, en Autismo Sur los cuentan así: «Mejorar el procedimiento sensorial para que más sensaciones queden eficazmente registradas y moduladas. También para estimular a que el niño de respuestas simples como forma de ayuda a que él aprenda a organizar su conducta».

La sala multisensorial de este centro se convierte para los niños en un juego lleno de fantasía, ya que la mayoría de las actividades son interactivas y trabajan casi sin darse cuenta. Como la cama en la que se relajan y en la que les llega la vibración según los sonidos que se reproduzcan o el tubo sensorial de burbujas que permite el cambio de color y que da pie a muchos juegos para que los chicos se concentren en lo que la profesional quiera trabajar. Y más actividades que interaccionan con las personas con TEA para obtener resultados positivos en el día a día, incluso aseguran que invitan a los padres y madres para que vean cómo se puede trabajar en este espacio y adaptarlo en sus rutinas.

Como dice la misma directora general, Carmen Sánchez: «Esto es como un transatlántico, que por más que le eches todo es poco. Gracias a la ayuda de entidades como Fundación 'la Caixa' podemos hacer estos proyectos, aunque esto es como todo, siempre vamos a seguir necesitando crear cosas nuevas. Y para ello seguimos trabajando», concluye la directora general de Fundación Autismo Sur.