Cantera: El 'Masterchef' solidario que nace en Málaga
La Fundación El Pimpi pone en marcha una nueva escuela de cocina para personas en riesgo de exclusión social con el fin de que consigan trabajo inmediato en el sector de la hostelería
Cristina Pinto
Lunes, 20 de marzo 2023, 00:19

Es imposible no emocionarse cuando los chicos de Cantera cuentan sus historias. Una escuela de cocina creada por la Fundación El Pimpi y en la ... que quince personas en riesgo de exclusión social se han cocinado su futuro más próximo cargado de ilusión. Y de emoción. Como la que puede notarse en las palabras de estos alumnos. Como la que se siente en la sinceridad de sus testimonios. «Llegué aquí sin conocer nada ni nadie, vengo de Paraguay y llevo casi tres años en España. Las costumbres y todo era nuevo, ahora ellos son una familia para mí», confiesa entre lágrimas Edith Concepción Núñez. Ella no tiene miedo en contar su verdad, al igual que sus compañeros Mónica, Sara, Malika, Silvia, Hanan, Paula, Francisco, Adrián, Ana Isabel, Víctor, Cristóbal y Álex.
Ellos son los verdaderos protagonistas de este proyecto que ideó Fundación El Pimpi y que ahora les va a dar trabajo. «Vais a encontrar un buen futuro en cuanto salgáis de aquí», les repite constantemente la gerente de la fundación, Rocío González. Ella es parte del alma de esta iniciativa junto a Samuel Perea -como director y profesor del proyecto- y Maribel Ojeda en la parte del apoyo moral y desarrollo emocional de los alumnos. Y todo es posible gracias a la colaboración de Diputación de Málaga, Fundación La Caixa y Cervezas Victoria, además de las empresas Sanamar, Dos Vegas, Babel Idiomas, Panadería Pan Piña S.L., Makro, El Reloj, TecHoreca y El Pimpi.
Las instalaciones de La Noria son las que han presenciado cómo estos alumnos han evolucionado en las clases desde enero hasta este próximo 24 de marzo, que terminarán el curso preparando un menú especial para unos 300 invitados en el décimo aniversario de este espacio de la Diputación. «Diría que es un milagro, pero no porque eso es algo que ocurre sin que nadie haga nada. Aquí han trabajado mucho y han tenido la gran voluntad de querer otra oportunidad en la vida», confiesa Samuel Perea, que ha inculcado en estas personas las técnicas de la cocina y, además, el sentimiento de profesionalidad y responsabilidad.
Todo de la mano de Maribel Ojeda, que se paraba a escuchar y aconsejar a los alumnos para que no decayeran. «El mayor éxito que hemos tenido es que ninguno de ellos ha abandonado el curso, no se ha ido nadie. Ellos se han involucrado al 100% en esto, yo he estado al lado de ellos para trabajar el liderazgo y la motivación. Además de prepararles para lo que les espera fuera a nivel emocional y de trabajo», puntualiza Maribel Ojeda. Su trabajo y el de Samuel Perea ha hecho que ahora este grupo tenga esperanza por la nueva oportunidad que les está a punto de llega. «Creo que voy a salir de aquí con un gran conocimiento porque me han ayudado a tener más seguridad en mí misma», comenta Radha Castañe Muñoz.
«Un mundo lleno de maravillas»
«Me han enseñado un mundo lleno de maravillas». Así es como Cristóbal agradece muy emocionado que Amelia le animase a sumarse a este proyecto de Fundación El Pimpi. «Soy padre de cinco niños y he buscado constantemente trabajo y no encontraba nada. Tenía la autoestima por los suelos y ahora esto me ha abierto muchas posibilidades», señala el alumno. Desde enero hasta ahora han aprendido cocina de la mano de Samuel Perea y otros chefs invitados que han querido sumarse a la formación de Cantera como Cristóbal Martín o Pablo Vega.
El curso terminará con la preparación de un menú especial para unos 300 invitados por el décimo aniversario de La Noria
El objetivo principal: proporcionar una formación básica para la inserción laboral de forma inmediata. Ahora llega el momento en el que estos quince alumnos van a demostrar en las empresas eso que han aprendido en estos meses con Cantera. «Gracias a esto vamos a encontrar un buen trabajo, tenemos esperanza porque hemos aprendido muchísimo de un buen padre postizo y madre postiza, Samuel y Maribel», apunta Paula Jiménez. Y es que cuando hablan de estos dos profesionales no pueden evitar las buenas palabras por el acompañamiento y la formación del curso. «Samuel, gracias por la paciencia, el tiempo y la delicadeza. Maribel, gracias por los consejos que nos has dado siempre», dedica en su testimonio Hanan El Boutaybi.
Estos quince alumnos, historias y nuevas oportunidades terminan esta semana. Pero un nuevo grupo llegará el 31 de marzo y acabarán el próximo 5 de mayo con la ilusión renovada por encontrar un trabajo digno en esta escuela que poco tiene que envidiarle a concursos de cocina como Masterchef. Porque al final no es más que un grupo de gente conviviendo de lunes a viernes y aprendiendo sobre cocina. Y sobre la vida.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión