Catedral de Cádiz

La luminosa claridad de la ciudad milenaria, posiblemente la más antigua de Occidente, se hace ambiente de belleza inigualable en la atmósfera de sus calles, en rincones llenos de sal y en edificios singulares como la catedral.

Desde la torre Tavira se disfruta de una vista excepcional de las dos torres y de la más que famosa cúpula amarilla. El océano casi besa las piedras de la poderosa estructura, construida entre 1722 y 1838. Pocos saben que su nombre es Santa Cruz sobre el Mar, o Santa Cruz sobre las Aguas, nombres poéticos donde los haya.

El siglo XVIII, el del comercio con América, fue una etapa de gran prosperidad para la ciudad en todos los órdenes. La planta original es del arquitecto Vicente Acero y Juan Daura la finalizó. Como en casi todos estos edificios la mezcla de estilos es la constante. En este caso hay tres fundamentales: barroco, rococó y neoclásico.

La diferencia de color en las fachadas se corresponde con la de materiales empleados: piedra caliza y piedra ostionera, mientras que en los altares se emplean ricos mármoles. La proximidad al mar explica la permanente necesidad de restauración porque los materiales se deterioran con facilidad.

La fachada principal es un juego de formas cóncavas y convexas para conseguir movimiento, rasgo tan característico del estilo barroco. Las dos torres ocupen sus extremos. La planta es de cruz latina y posee tres naves. El altar mayor lo ocupa, muy al gusto neoclásico, un templete que se dedica a la Inmaculada.

El perímetro lo ocupan capillas dedicadas a diferentes advocaciones como la del Ecce Homo, bella imagen de La Roldana. También son notables las imágenes de los patronos de Cádiz, San Servando y San Germán. El edificio posee varias cúpulas.

Del ajuar hay que destacar la soberbia custodia del Corpus, obra de Enrique de Arfe, también son reseñables las estatuas de San Pedro y San Pablo, que se encuentran en el exterior. También es notable el coro.

Bajo el nivel del mar, debajo del altar mayor, se construyó la cripta en la que fueron depositados los restos de dos gaditanos ilustres, el músico Manuel de Falla y el escritor José María Pemán.

Los secretos de la Catedral Vieja gaditana

Como otras ciudades Cádiz tiene dos catedrales. La descrita, y la gótica que mandó edificar el rey Alfonso X el Sabio. Esta catedral del siglo XIII tuvo este carácter hasta el XIX. Los dos edificios están muy próximos.

Según los datos proporcionados por las excavaciones se edificó sobre los restos de una mezquita y esta sobre una iglesia visigótica. La iglesia gótica tuvo algunas modificaciones en los siglos XV y XVI hasta que ardió casi en su totalidad en el saqueo de la ciudad, en 1596, por parte de la escuadra anglo-holandesa. A finales del siglo XVI se reedificó y fue consagrada en 1602. El estilo renacimiento y el barroco son los predominantes en el edificio. Es una iglesia con planta de salón, falso crucero, tres naves separadas por columnas toscanas con arcos de medio punto.

En el exterior se decora con azulejos de colores. El campanario está exento. En el interior destacan la capilla de los genoveses, testimonio de la presencia de la importante colonia de comerciantes italianos, la capilla de los Vizcaínos y el retablo del altar mayor. Una pieza singular del ajuar es la urna de plata del Santo Sepulcro.