Fran Vázquez: «Sería un orgullo volver a jugar en el Unicaja»

Un Unicaja-Barcelona no es un partido más para ninguno de los dos equipos, pero es difícil recordar alguno con tanta diferencia en la clasificación.

Siempre he visto al Unicaja entre los ocho primeros y se le echa de menos en la parte alta de la clasificación, porque es un club que por historia y afición debe estar ahí. Es algo extraño, pero no por esto debemos confiarnos. Sabemos que el domingo tendremos un partido muy complicado porque se la juegan. El Unicaja siempre es un rival duro en el Palacio de los Deportes.

¿Cómo se ve desde fuera todo lo que está sucediendo en el Unicaja?

Me ha sorprendido mucho, porque el nivel del equipo en la primera vuelta era muy bueno. Siempre estuvo entre los tres primeros. Luego ha llegado ese bajón y es difícil encontrarle una explicación. Espero que al final logre ese objetivo del play-off.

¿Cómo supera un jugador una situación como la que vive el Unicaja?

Aquí lo mejor es refugiarse en el grupo y trabajar. El equipo debe estar unido para mantener el barco a flote y relanzarlo. Si cada uno va por su lado, mal asunto.

Quitando el pinchazo de la Copa, el Barcelona vuelve a ser el equipo más solvente. ¿Es el máximo favorito al título?

De esa derrota en la Copa hemos aprendido y hemos salido reforzados. Tenemos la posibilidad todavía de lograr dos títulos, los dos más importantes. Por eso digo que no podemos relajarnos. Eso sí, ahora queda la parte más dura del camino.

El domingo le espera un dura batalla con los pívots del Unicaja, que no han estado finos en los últimos partidos. Su duelo con Freeland promete, aunque el pívot inglés no atraviesa por su mejor momento de forma.

Freeland ha estado a un nivel increíble durante muchos partidos y, como todos los jugadores, puede sufrir un pequeño bajón. Es algo normal. No hay que castigarlo por esto, sino tener en cuenta todo lo que ha hecho hasta ahora.

¿Cree que al ser el jugador de referencia puede estar acusando la presión?

Hay mucha gente encima de él, aunque creo que es un jugador con talento y capaz de soportar la presión. A veces nos quedamos con los números en ataque, pero también hay que valorar lo que se hace en defensa.

-El futuro de su equipo está plagado de rumores. ¿Estamos al final de un ciclo de una plantilla muy exitosa?

No sé. Cada uno tiene sus ideas y sus cosas, pero creo que todos coincidimos en que lo dejamos al margen en favor del bien del equipo.

Su marcha a la NBA se da por segura. ¿Lo tiene decidido?

Dejo la puerta abierta a todo y quiero acabar en Barcelona lo mejor posible ganando los dos títulos que nos quedan.

¿La puerta también está abierta para el Unicaja?

Es posible. Me encantaría volver a jugar en Málaga, donde me formé como jugador y porque me siento como un malagueño más. Jugar otra vez allí, delante de la gente que te ha visto crecer y mejorar, y con la afición que hay allí, sería muy bueno. Sería un orgullo volver a jugar en el Unicaja. Siempre dejé la puerta abierta a volver, pero no depende de mí solo, sino de los clubes.

Se le ve seguro. ¿Puede haber habido algún tipo de acercamiento?

No lo sé, lo he dejado todo en manos de mis agentes, tanto por un club como por otro. Les he dicho lo que quería para centrarme en jugar.

Habla de volver a Málaga. ¿Qué queda del jugador que llegaba todos los días andando al entrenamiento y que con 23 años se fue al Akasvayu?

Sin duda, ahora soy más maduro como persona y como jugador. Esa esperiencia siendo tan joven solo acelera el proceso de crecer y adquierir experioencia. Quería jugar al baloncesto y es lo que he hecho durante todos estos años. Y por lo demás, soy igual, y ahora en lugar de ir andando iría en coche (risas).

Sea en el Barcelona, en el Unicaja o en la NBA, ¿le gustaría tener un rol más importante?

Con 29 años todavía me queda recorrido y creo que tengo mucho baloncesto por jugar. Pero esto no es lo que uno quiera o piense. Si no estás bien y el entrenador es consciente de ello, apostará por otros jugadores. Siempre he sido un hombre que trabaja para el equipo y no tiene afán de protagonismo. Ese protagonismo te lo debe dar tu trabajo.