El papeleo, un obstáculo para los más emprendedores en Málaga

«Ocupamos el puesto 62 en el ranking de países que facilitan la actividad. Retrocedemos en casi todos los apartados, especialmente en apertura de un negocio y comercio transfronterizo, y en lo único en lo que subimos posiciones es en el apartado de facilidades en el pago de impuesto», sostiene el vicepresidente de la CEM (Confederación de Empresarios de Málaga), Javier González de Lara, haciéndose eco del último informe Doing business, un medidor presentado por el Banco Mundial para analizar la facilidad a la hora de abrir un negocio en 183 países de todo el mundo. En la CEM hablan de la necesidad de emprender una «revolución administrativa» que elimine los obstáculos a los que se tienen que enfrentar los emprendedores.

La primera piedra de esa rebelión podría ser la llamada Ley Ómnibus, que ha abierto la puerta a la sustitución del farragoso trámite de la licencia de apertura por una declaración responsable. El Ayuntamiento de Málaga y otros municipios de la provincia han anunciado la aplicación de esta medida, que afectará a numerosas actividades de negocios que no tendrán que esperar al permiso municipal para empezar a operar. En la capital únicamente quedan excluidas aquellas actividades relacionadas con la hostelería, el deporte, el ocio y la cultura, además de aquellas industrias que tengan que cumplir una serie de requisitos medioambientales.

La iniciativa ha sido aplaudida de forma unánime por los estamentos empresariales. «Todas aquellas medidas que se adopten y que vayan encaminadas a reducir las trabas administrativas para la creación de empresas son totalmente positivas, por lo que esta decisión del Ayuntamiento de Málaga, junto con el de Fuengirola, que estos mismos días también ha adoptado una decisión similar, son magníficas noticias en unos difíciles momentos, sobre todo, para aquellos nuevos proyectos empresariales que ven así facilitada su puesta en marcha», señala Jerónimo Pérez Casero, presidente de la Cámara de Comercio.

Ahorro de tiempo

«Uno de los principales problemas de los emprendedores que van a iniciar una actividad empresarial es la complejidad de los trámites administrativos y legales que acompañan el proceso de creación de su empresa. Desde esta perspectiva, cualquier medida que agilice y simplifique este aspecto supondrá un ahorro en tiempo primordial», añade Enrique Nadales, responsable del Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE).

Pero, ¿cuál es el tiempo que se va a ahorrar realmente el emprendedor? Gloria Gallego, de la consultora Uniempresa, sostiene que, de hecho, la obtención de la licencia de apertura era el paso que más ralentizaba el proceso, con un tiempo de espera que podía alcanzar los 40 ó 50 días. «En realidad, por lo demás ya se puede constituir una sociedad en 48 horas», afirma Gallego, que recuerda que en Andalucía existe un servicio público de compra de sociedades ya creadas, lo que permite ahorrar numerosos trámites.

En esta línea, la fórmula más rápida es recurrir a una figura muy específica, la llamada Sociedad Limitada Nueva Empresa. Sin embargo, incluso en este caso es necesario acudir al notario, que es quien se encarga de inscribir la escritura de constitución en el Registro Mercantil. Para agilizar

el proceso y reducirlo hasta las 48 horas se puede utilizar un procedimiento telemático a través de los llamados puntos de asesoramiento e inicio de tramitación (PAIT). En Málaga hay uno en la sede de la CEM.

Gloria Gallego reconoce que estos instrumentos en realidad ahora no se utilizan demasiado, en parte por desconocimiento pero, sobre todo, porque la situación económica actual ha echado para atrás muchos proyectos que contaban con varios socios. «La mayoría de las iniciativas son sobre todo de personas físicas, no de sociedades», apunta.

Tendencia a la baja

Los datos así lo corroboran, como explica el presidente de la Cámara de Comercio: «Hasta finales del año 2007 la tendencia era al alza en cuanto a la inscripción de nuevas empresas, pero desde ese momento, en el que había inscritas en el Régimen General de la Seguridad Social 53.502 empresas, hemos pasado a 47.041 en enero de este mismo año, por lo que lo realmente grave no es tan sólo que no se creen nuevas empresas sino la destrucción de tejido empresarial que se está produciendo en nuestra provincia».

Javier González de Lara se muestra algo más optimista, pero sin negar la realidad: «Hasta noviembre se han creado en Málaga el 28,29 % del total de sociedades constituidas en Andalucía. Lo cual no es mal dato si no fuera porque también se ha incrementado la mortandad de las empresas. El año 2009 ha ofrecido cifras muy negativas en cuanto a destrucción de empresas: 6.000 entre pymes y autónomos».

En este sentido, tanto el presidente de la Cámara de Comercio como el vicepresidente de la CEM abogan por nuevas medidas que faciliten la creación de empresas, como el uso de procedimientos telemáticos en las administraciones a través de la llamada Ventanilla Única. Pérez Casero propone además ampliar y reforzar la red de viveros de empresas, favorecer la transmisión de empresas, mejorar la legislación sobre insolvencia empresarial y más deducciones fiscales.

Por su parte, Enrique Nadales, del IMFE, defiende la reducción de plazos en los procesos de concesión de ayudas económicas y subvenciones y la agilización de otros trámites más complejos para autorizar trabajos que requieren de requisitos medioambientales o sanitarios.

Este tipo de permisos suelen demorar mucho también el inicio de una actividad y ponen a prueba la paciencia de los nuevos emprendedores. «La solución que nosotros encontramos fue subcontratar la producción y fabricación a otra empresa», explica Cristóbal Rueda, que el año pasado constituyó una sociedad limitada junto a un socio para crear Pesyr, compañía especializada en componentes electrónicos de telecontrol situada en la incubadora de empresas Bic Euronova del PTA.

Algunos ejemplos de emprendedores en Málaga:

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