Por un mundo más justo, sin toros y con marihuana

A los comicios del domingo concurrieron tres formaciones que encajan en el perfil de alternativas y minoritarias. Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA), Representación Cannábica Navarra (RCN-NOK) y Por un Mundo más Justo (PUM+J) han recibido el apoyo de tres mil malagueños.

No tienen programas plagados de promesas. Ellos han convertido aspectos muy concretos en el leit motiv de sus respectivas campañas. En definitiva, pretenden crear un mundo más justo donde le marihuana sea legal y no haya corridas de toros.

Maltrato animal

De estos partidos, el primero en votos es el PACMA, que se ha convertido en la octava fuerza política de la provincia, con 1.201 sufragios. «Esperábamos algo más», comenta la candidata al Senado por Málaga, Isabel Sáez (60 años). El caballo de batalla de esta formación, como su propio nombre indica, es la lucha contra el maltrato animal. «Queremos abolir la fiesta de los toros y conseguir una ley nacional que proteja a todos los animales, desde una lagartija a una ballena», explica la candidata. «Queremos concienciar a la gente -aclara- de que en España se están maltratando y torturando a muchísimos animales, no sólo a los toros, sino también perros, gatos, caballos».

Muy de cerca le sigue el partido por la legalización del cannabis, el RCN-NOK, que ha obtenido 1.145 votos en Málaga. Para su candidata al Congreso por la provincia, Fernanda de la Figuera, ha sido un resultado decepcionante. «Hemos hecho una campaña muy buena y ha habido tanta gente que decía que nos iba a votar... », se lamenta esta malagueña de adopción de 64 años. «El problema es que no reconocían el logotipo de nuestro partido en las papeletas. Yo le decía a todo el mundo: 'Busca la hoja de marihuana'».

Fernanda se declara consumidora habitual de 'maría' -«la he fumado desde antes de que nacieran mis hijas», dice- y está convencida de su legalización. «La ley es injusta. Los consumidores de cierto tipo de sustancias tenemos una falta de reconocimiento de derechos humanos», explica la candidata. «Nosotros abogamos -prosigue- por educar a las nuevas generaciones sobre cierto tipo de sustancias, en lugar de prohibirlas». Un poco más rezagado ha quedado el partido Por un Mundo más Justo, con 604 votantes en la provincia, pese a que su objetivo es, quizá, el más loable de todos: acabar con la problema en el mundo.Es la primera vez que estos partidos presentan sus listas a una elecciones. Su estreno ha sido tímido, pero quién sabe.

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