Tres empresas se interesan por hacerse con la fábrica de Isofotón

La intención de los dueños de Isofotón es encontrar un comprador para su 'unidad productiva', es decir, la fábrica, las máquinas y demás activos que le permitían desarrollar su actividad. La Ley Concursal contempla esta fórmula como alternativa a la subasta de los bienes de empresas en quiebra. Su atractivo para los inversores es que no heredarían la deuda de Isofotón porque no estarían comprando la compañía en sí, sino sus activos productivos. En este caso, la sociedad Isofotón SA se liquidaría y el dinero logrado con la venta de la unidad productiva se repartiría entre sus acreedores según el orden que establece la normativa.

Aún se desconoce la cuantía que están dispuestos a ofrecer estos potenciales compradores. Fuentes de la propiedad de Isofotón estiman que la cantidad mínima para estimar una oferta sería de unos 15 millones de euros. Esa es la cuantía que suman los créditos contra la masa (es decir, los que se han generado durante el proceso concursal) y los créditos privilegiados especiales (de administraciones públicas).

Hay que recordar que estas ofertas se suman a la primera que salió a la luz: la de los antiguos trabajadores de Isofotón, que pretenden constituirse en una sociedad laboral para comprar su unidad productiva por 37 millones de euros. Ellos tenían previsto formalizar su propuesta ante el juzgado de forma inminente.

Sea el comprador que sea, la venta de la unidad productiva de Isofotón tiene una complejidad añadida, y es que buena parte de las instalaciones y la maquinaria de Isofotón figuran como garantía de determinadas deudas, por lo que los acreedores tendrían el derecho de quedarse con esos bienes como cobro de su deuda. El plácet de estos fiadores -el principal de los cuales es la Junta de Andalucía- sería, pues, crucial.

Fecha tope: 23 de junio

El plazo para recabar y estudiar ofertas por los activos productivos de Isofotón no debería prolongarse más allá de finales de marzo. Hay que tener en cuenta que el juzgado abrió el pasado día 6 de marzo la fase de convenio dentro de este proceso concursal, fijando para el 23 de junio la celebración de la junta de acreedores. Esto, según recalcan fuentes jurídicas, no quiere decir que Isofotón vaya a intentar llegar a un acuerdo para seguir con su actividad. Esta posibilidad está hoy descartada, dada la ingente deuda que acumula (más de 300 millones de euros). Es simplemente un trámite más dentro del concurso. Dentro de esta fase se puede producir la citada venta de unidad productiva; o bien los dueños de la compañía pueden pedir directamente la liquidación. Si se llega al 23 de junio y nada de esto ha ocurrido, la jueza abrirá la fase de liquidación.