El picudo amenaza a doscientas palmeras centenarias del paseo del Parque

El Ayuntamiento se ha puesto rápidamente manos a la obra para intensificar la lucha contra el picudo rojo en el paseo del Parque después de que, como ayer informó este periódico, se hayan visto afectadas cuarenta de las cuatrocientas centenarias palmeras que componen la avenida, que hasta ahora se habían librado de los daños de este insecto, incluso en los años más duros de la plaga. Los operativos del área municipal de Parques y Jardines se afanan estos días en rociar las copas de estos árboles con agua en la que van disueltos los peores enemigos naturales del picudo: los nematodos entomopatógenos. Se trata de unos microorganismos, una especie de gusanos microscópicos, que penetran en las larvas del picudo y las infectan con una bacteria que las mata en diez días. Posteriormente, los nematodos se siguen alimentando de la larva durante un mes, hasta descomponerla, y pueden salir en busca de otra, por lo que su actuación es muy eficaz al tiempo que inofensiva tanto para las palmeras como para las personas, según aseguraron desde el Ayuntamiento, para tranquilidad de algunos transeuntes que se han visto salpicados por el líquido que se rocía desde un elevador.

De las cuatrocientas palmeras del Parque, las que corren más riesgo de ser atacadas por el picudo son las doscientas del paseo central, ya que son canarias. No obstante, el resto tampoco se libra de la amenaza que se combate con esta fumigación.

Trampas

El director de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, explicó que es un método natural y muy efectivo para combatir el picudo que se viene utilizando desde hace ya varios años en la ciudad. El otoño, el invierno y la primavera son las mejores épocas para aplicar este producto ecológico, ya que la bacteria es más activa con bajas temperaturas y se vuelve algo más vaga en los meses estivales, según apuntó. Gutiérrez del Álamo también recordó que se han colocado unas 360 trampas para el escarabajo por toda la ciudad, distribuidas en forma de anillos, en zonas ajardinadas y medianas. «El objetivo de este sistema de trampas es intentar capturarlo cuando viaja de una palmera a otra», comentó.

José Miguel Fernández Tapia, de la empresa Koppert, una de las que comercializa los nematodos, con sede en Almería, destacó las ventajas de aplicar este tratamiento preventivo, sobre todo en esta época del año. «En verano es mejor usar productos químicos, que también son eficaces cuando se detecta que una palmera está infectada, ya que pueden tardar apenas tres días en matar al picudo, pero ahora es mejor con nematodos», dijo.

Una de las principales complicaciones que se encuentran los ayuntamientos a la hora de combatir al picudo es que resulta casi imposible detectar su presencia en una palmera, ya que las daña en el interior, donde sus larvas se alimentan de ella. Por ello, el Área de Medio Ambiente presentó a finales del mes pasado un perro -llamado Virus- que está especialmente adiestrado para detectar por el olfato al picudo a una altura de hasta tres metros y en todas las fases de desarrollo del insecto.

Según apuntó el director de Parques y Jardines, Virus sigue actuando en diversas avenidas en las que existen palmeras. «Estará por aquí unos días más y luego marchará a otra ciudad para regresar al cabo de unos meses», señaló.