Una primera piedra para hacer justicia
El Ayuntamiento y la Junta se muestran favorables a no derribar la tapia del antiguo cementerio de San Rafael Comienzan los trabajos para levantar el monumento en memoria de los fusilados de la Guerra Civil
ANTONIO M. ROMERO
Jueves, 27 de diciembre 2012, 09:37
La gota de agua rompe la piedra, no por su fuerza sino por su constancia. Durante años, las lágrimas derramadas en silencio por los ... familiares de los malagueños fusilados por el régimen franquista lograron horadar el olvido y mantener viva la llama de la memoria; su perseverancia ha logrado importantes avances en la dignificación de estas víctimas. La última página en este camino de búsqueda de la justicia se escribió ayer en el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga con la colocación de la primera piedra del futuro monumento en memoria de estos represaliados.
Entre banderas tricolor y gritos de '¡Viva la República!', unas 150 personas, una gran parte de ellas familiares de los fusilados, asistieron a este emotivo acto. En el ajado rostro de los más ancianos volvieron a aflorar lágrimas; en esta ocasión, de emoción. Un llanto en recuerdo de sus seres queridos, pero también de tantos amigos y compañeros que lucharon para dignificar a los represaliados y a los que el paso del tiempo no les permitió ver cumplido su sueño.
«Hoy es un día alegre, dentro de la tristeza», resumió el presidente honorífico de la Asociación de la Memoria Histórica, Francisco Espinosa, que intervino en el acto tras las palabras de bienvenida del actual presidente de este colectivo, José Dorado. «Esta primera piedra no es un acto de venganza ni pretende abrir heridas, sino hacer justicia», dijo Espinosa, resumiendo el sentir de los familiares.
Una pirámide de mármol blanco de ocho metros de altura y una superficie de 140 metros cuadrados albergará, en la esquina noroeste del antiguo camposanto, a 2.800 fusilados y cuyos restos han sido exhumados en los últimos años. Las investigaciones han certificado que en San Rafael se fusilaron a casi 4.500 personas tras la llegada de las tropas nacionales, lo que le convierte en una de las mayores fosas comunes de Europa. En la parte exterior del panteón se grabarán los nombres de todas las víctimas.
Petición
Este mausoleo, que costará 181.500 euros y estará listo a finales de 2013, se enclavará en el futuro Parque de la Memoria, una gran zona verde de unos 74.000 metros cuadrados, y que se pretende financiar con fondos europeos. Francisco Espinosa pidió a la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento que la tapia del cementerio no se derribe, sino que se mantenga como «símbolo» del recuerdo de los malagueños de ambos bandos fusilados en la Guerra Civil.
Una solicitud que fue acogida positivamente por el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, y el director general de la Memoria Democrática de Andalucía, Luis Naranjo, que se comprometieron a mantenerlo en pie.
Naranjo, por otro lado, afirmó que aún queda mucho camino en la reparación de las víctimas de la represión franquista y reclamó que el Estado reconozca que los delitos cometidos fueron un genocidio y por lo tanto no han prescrito y que se anulen los juicios sumarísimos. De la Torre, subrayó que para el Ayuntamiento «ha sido un honor» contribuir en los últimos diez años a dignificar a estos fusilados.
Unas víctimas a quienes sus familiares, pronto, les podrán llevar flores a un lugar digno, donde su memoria permanezca viva.
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