El párroco prohíbe entonar 'El novio de la muerte' en el triduo de Mena

El argumento esgrimido por Parra para esta negativa es que 'El novio de la muerte' no es litúrgico y, por tanto, no debe interpretarse en una celebración religiosa, según pudo conocer este periódico. Preguntado por SUR sobre este asunto, el párroco se limitó a contestar: «No tengo nada que decir. La cofradía sabe mis razones». Se da la circunstancia de que esta canción legionaria no se entonaba durante la eucaristía, sino cuando ésta ya había concluido. Sí se pudo interpretar la 'Salve Marinera' en honor a la Virgen de la Soledad.

A su llegada a la parroquia, a mediados del pasado septiembre, el nuevo párroco ya dejó caer su intención de que en las centenarias naves de Santo Domingo no volviera a sonar la letra de la canción. Los hermanos de Mena confiaban que el sacerdote recapacitara y en el último momento diera su visto bueno a que sonaran las letras que suelen acompañar al Cristo de la Buena Muerte cada noche de Jueves Santo por las calles malagueñas.

Petición de explicaciones

Cuando ayer concluyó la misa y se esperaba que la banda de música de la Paz interpretara las notas de 'El novio de la muerte', no fue posible y en su lugar sonó una marcha procesional. Los asistentes empezaron a pedir explicaciones al hermano mayor, Antonio Jesús González, y hubo un movimiento que incluso propuso que, en el exterior de Santo Domingo, se abriesen las puertas de la lindera casa hermandad y se entonase la canción ante el cuadro del Cristo de la Buena Muerte pintado por Armando Pareja. Finalmente se abortó esta iniciativa para hacer ver a Juan Manuel Parra que los congregantes de Mena son obedientes con sus directrices, como reconocieron varios testigos presenciales, que precisaron que el párroco también debe ser respetuoso con las tradiciones de la congregación.

Eso sí, la hermandad no se quedó quieta y transmitió los acontecimientos y su malestar a la autoridad eclesiástica: el vicario general de la diócesis, José Ferrary, y el delegado episcopal de Hermandades y Cofradías, Francisco Aranda.

No es la única medida polémica protagonizada por Juan Manuel Parra desde su llegada a la parroquia de Santo Domingo. Así, trasladó la tradicional misa de la Congregación de Mena los domingos a las doce de la mañana a la tarde de los viernes. Asimismo, en la cercana basílica de la Esperanza, de la que es rector, su llegada ha supuesto que no haya catequesis de primera comunión. El templo donde reciben culto el Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza es uno de los que contaban con más niños preparándose para recibir por vez primera la eucaristía, en total más de trescientos.