Carlos Blázquez, presidente de la sociación agraria Asaja en Málaga: «Queremos que los fondos del anillo se destinen al tren litoral»

-Asaja está abiertamente en contra del anillo y el PP también lo estaba; sin embargo el Gobierno lo ha incluido en los Presupuestos.

-El cambio del PP no lo entendemos. Un grupo político que era totalmente contrario, y ahí están las alegaciones y ruedas de prensa, ahora muestra un cambio radical de postura. Nadie se esperaba que los Presupuestos, siendo tan restrictivos para otras cosas, acogieran esta infraestructura. El PP de Antequera y nosotros teníamos los mismos argumentos en contra y ahora vemos que lo apoya y habla de una gran inversión que no se puede dejar pasar. Pero ya no se habla de los 7.000 puestos de trabajo porque se sabe que es imposible. En cambio, se perderían 50.000 jornales en el campo cada año. El PP ahora se centra solo en una gran inversión de 400 millones.

-¿Por qué rechazan el emplazamiento del anillo en Antequera?

-Los agricultores están acostumbrados a sufrir daños por las infraestructuras, porque Antequera está donde está. Pero el anillo se puede ubicar en cualquier zona llana, no en la comarca de regadío de la provincia, donde se han implantado las últimas innovaciones en sistemas de riego fijo y que afecta precisamente a los dos cultivos, hortícolas y de olivar, que más mano de obra generan. Ese daño se puede evitar. Hay que hacer un estudio de alternativas de ubicación, que legalmente es obligatorio. Ese estudio no existe, se eligió a dedo y solo se hizo un pseudoestudio con una variante. Se eligió esta ubicación para que Málaga fuera un foco de la alta velocidad a nivel mundial, y me parece fenomenal, pero por los contactos que hemos tenido con entendidos en la materia un anillo de esta envergadura tampoco es necesario para que la industria del AVE se desarrolle en Antequera. No estamos de acuerdo en soportar un daño por un capricho político.

-¿Cómo valoran el proyecto?

-Hemos mantenido contactos con expertos y otra cosa que se cuestiona es el diseño real. El proyecto recoge cosas incongruentes y crea dudas sobre su funcionalidad. Dice que la velocidad de homologación es de 380 km/h, con una máxima de 425 km/h. Entonces, ¿por qué hablamos de 520 km/h? Se consiguen solo y exclusivamente en un punto, a la entrada de la recta de frenado. El diseño está hecho para lo que está hecho, y el propio Adif dice que podemos conseguir hasta 350 km/h cambiando el sistema de señalización de las vías actuales. ¿Vamos a montar este tinglado para 380 km/h cuando en la escala de previsión de subida de la velocidad ferroviaria en Europa esa marca está a la vuelta de la esquina?. Además, hay un tema técnico en la construcción de la vía tremendamente preocupante, lo que se llama el vuelo de balasto, que es la corriente de succión entre el tren y la vía que hace que la piedra salte y golpee los bajos del tren y los dañe. Bueno, pues esta vía está prevista sobre balasto. Hay otra posibilidad, que es hacer vías en placa de hormigón, pero el problema está en que ésta se parte cuando se monta sobre terraplenes, como se pretende hacer aquí, para evitar el encharcamiento del suelo. En el anillo solo se contemplan las placas en túneles y viaductos, pero el resto es vía convencional. Y el tren no anda. ¿Van a venir esas empresas de alta velocidad de Europa a probar trenes sobre balasto? ¡Venga hombre! Encima, construimos la vía y no tenemos clientes. Parece ser que de las cuatro o cinco empresas que hay ya algunas han dicho que no vendrán. Y el estudio de rentabilidad dice que el alquiler del anillo se cifra en 8.000 euros al día, 1.920.000 euros como máximo al año. Pero el mantenimiento de la vía sale en tres millones, por lo que estamos perdiendo dinero. Queremos construir una obra faraónica para que se quede obsoleta pasado mañana. Pero es que también hay una afección medioambiental, a los acuíferos y a los municipios por los que pasa, que se quedan encerrados. Entre otras cosas, el trazado elegido, que curiosamente fue el que peor puntuación obtuvo en el estudio informativo, afecta al Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la sierra de Mollina, en cuyas cuevas viven los murciélagos de Herradura, que tienen el mismo nivel de protección que los linces ibéricos. Si ahí hubiese linces ya habíamos terminado con el tren. De todo esto hemos informado a Bruselas para que sepa lo que está pensando financiar.

-Pero la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) está aprobada.

-Uno de los seis recursos que tenemos interpuestos contra el anillo es respecto de la DIA. Tenemos un informe jurídico de la Cátedra de Derecho Administrativo de la UMA que pone de manifiesto todas las posibles ilegalidades en la que puede incurrir. Tenemos seis procedimientos judiciales admitidos: en el juzgado de lo Penal (Antequera), en el Contencioso-Administrativo y en la Fiscalía de Medio Ambiente, presentado por IU.

-Todo esto se lo van a trasladar mañana (por hoy) al nuevo presidente de Adif.

-Le vamos a plantear que el dinero que hay en Europa para el anillo lo destinen al tren litoral. Creemos que hay mucho camino por delante para que se imponga el sentido común, que nos lleva a destinar esos fondos europeos, que suman 210 millones, a una inversión bastante más útil para los malagueños, con más futuro y más éxito, como el tren litoral hasta Marbella o hasta Vélez-Málaga, con lo que ello puede suponer para las comunicaciones diarias y para el turismo. Y dejarnos de obras faraónicas que no sirven para nada.