Los Ortiz mandan en Antequera

La casualidad, el destino, la crisis... Por un motivo u otro la vida de dos amigos antequeranos, Vicente Ortiz y Antonio Ortiz, cambió radicalmente este verano. Sus historias, que ya se asemejaban debido a sus inquietudes deportivas, se han convertido en auténticas vidas paralelas que los han llevado, casi a la vez, a dirigir al equipo con el que soñaban hace solo unos meses.

Comparten apellido, edad (33 años), lugar de nacimiento, grupo de amigos y, sobre todo, intereses. Son dos 'fiebres' del fútbol (Vicente) y del balonmano (Antonio). Tienen, además, la misma forma de trabajar: estudio meticuloso de todo lo que rodea a su equipo. Y ambos llevan 13 años entrenando a conjuntos de base en su ciudad.

Hasta ahí no dejan de ser dos historias comunes. Pero el destino ha querido que su gran oportunidad, esa con la que soñaban toda la vida, les llegue al mismo tiempo. Vicente fue el elegido este verano por la directiva del Antequera C. F. para comandar su proyecto, mientras que Antonio ascendió al primer equipo del Balonmano Antequera como segundo entrenador tras la marcha de Ortega y, hace dos semanas, asumió toda la responsabilidad tras el cese de Paco Castillo.

Como hacían antes, las llamadas entre ambos siguen siendo constantes. «Yo fui a verlo debutar ante el Granollers y ya se nota su mano», decía Vicente sobre Antonio, que a su vez confirma que irá este domingo a la barriada malagueña de El Palo a ver al equipo de su amigo.

Desde el instituto

Su amistad se remonta a la época del instituto, ya que se conocieron jugando como rivales al baloncesto. Vicente, con el equipo del IES Pedro Espinosa, y Antonio, con el de la Inmaculada. «Yo me integré en su grupo de amigos», recuerda Antonio. Pero su relación se fraguó poco a poco, ya que, como reconoce entre bromas Antonio, «Vicente, por entonces, estaba a tope con los ligues».

La trayectoria de ambos en los equipos de cantera ha sido ejemplar y, curiosamente, llegaron a compartir vestuario en la temporada 2005-06. «Yo tuve problemas extradeportivos, dejé el balonmano y me fui al equipo de Vicente de preparador físico», comenta Antonio, que reconoce «estar impresionado por el santuario del fútbol que ha formado Vicente en su buhardilla, con miles de partidos de fútbol». «La verdad es que allí se puede encontrar de todo; confieso que hay partidos absolutamente insoportables», bromea el Ortiz futbolero.

A pesar de que comparten estilo, Vicente asegura que ilucina con la «profesionalidad de Antonio desde que entrenaba a los niños», y el técnico del balonmano admira la cantidad de horas que dedica su amigo a preparar cada encuentro.

Los dos tienen ahora que sacarles partido a dos equipos con muchas limitaciones, y es asombrosa la confianza que tienen el uno en el otro: «No lo veo nada complicado. Va a asentar el equipo en Tercera, seguro», dice Antonio, mientras que Vicente le responde: «Tú lo tienes ya en la mano, has cambiado la dinámica». Para el futuro ambos piden lo mismo: «Que confíen en mi amigo cuando vuelva a haber dinero porque se lo merecerá».