La inmigración se frena por la crisis y amenaza con despoblar barrios de la capital
La llegada de extranjeros se reduce a la mitad y deja al descubierto el trasvase de residentes a municipios del área metropolitana
M. ÁNGELES GONZÁLEZ maguisado@diariosur.es
Sábado, 22 de mayo 2010, 04:51
La capital ya no es el sueño dorado de los inmigrantes, que durante años han sostenido el crecimiento de la población. Y lo siguen ... haciendo, pero a un ritmo mucho más lento. Esta ralentización está dejando al descubierto dos fenómenos: la despoblación de determinadas zonas de la capital en las que tradicionalmente se han concentrado, como Cruz del Humilladero, Palma-Palmilla, Carretera de Cádiz o el Centro Histórico, así como el trasvase de los malagueños que deciden cambiar su residencia a localidades limítrofes, atraídos fundamentalmente por el precio de la vivienda. Hasta ahora, los inmigrantes cubrían los huecos de estos autóctonos que abandonaban la capital.
Sociólogos, expertos en demografía y analistas económicos coinciden en este diagnóstico y advierten de un cambio de tendencia: el menor incremento de extranjeros empadronados, que en 2008 se redujo más de la mitad, ha modificado el signo en el saldo migratorio, que, al contrario de lo que venía ocurriendo, ahora es negativo, lo que significa que se van más personas de las que llegan, tendencia que se prevé que vaya en aumento, ya que el número de empadronados españoles registra un descenso continuo desde 2006, que ha sido subsanado por los extranjeros.
Así, en 2008, último dato disponible, dejaron Málaga 230 ciudadanos más de los que llegaron. La población, sin embargo, sigue incrementándose porque el crecimiento vegetativo, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones, es positivo en 2.088 personas.
Emigrantes retornados
«Es la primera vez que ocurre en los últimos años. La afluencia de población extranjera ha sido muy alta, pero cuando ve que las expectativas económicas empeoran buscan otra ciudad», señala Felisa Becerra, de Analistas Económicos de Andalucía, entidad del grupo Unicaja. Coincide con ella el sociólogo José Fernando Troyano: «El saldo migratorio se ha mantenido positivo mientras han entrado extranjeros en cantidad suficiente, pero la situación económica ha hecho que se reduzcan».
Y es que la crisis económica se ha convertido en un repelente para los inmigrantes que deciden dejar su país en busca de un futuro mejor. Las estadísticas así lo constatan. En 2008 fijaron su residencia en la capital malagueña 2.758 foráneos, frente a los 6.014 que lo hicieron un año antes, según datos del padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta ralentización, unida a la marcha de aquellos a los que el zarpazo del paro les obliga a volver sobre sus pasos -11.683 foráneos instalados en la provincia han regresado a sus países en 2007 y 2008, más del triple de los que lo hicieron dos años antes-, ha dejado al descubierto una realidad que hasta ahora permanecía a la sombra y sobre la que advierten los expertos: la despoblación de ciertas zonas de la capital en las que tradicionalmente se concentran los extranjeros, que en los últimos cinco años han perdido población o han registrado un crecimiento mínimo.
Esto provoca un «cráter demográfico», a juicio de Carmen Carvajal, profesora del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Málaga, que destaca que, aunque la capital tiene una población joven, hay zonas que se estaban quedando vacías, «pero no se notaba por la llegada de extranjeros que hoy, como no hay trabajo, no vienen».
Distritos
«Hacía años que no se registraba un saldo migratorio negativo gracias a la llegada de extranjeros trabajadores que ahora se está deteniendo», apunta esta experta, que llama la atención sobre que las únicas zonas que están creciendo son las que están en expansión, como el distrito de Puerto de la Torre, que lidera el incremento de la población en el último quinquenio, con 8.052 nuevos residentes, seguido de Churriana (2.247), y el distrito Este (2.172). Frente a esto, Ciudad Jardín registra un descenso de 749 personas, Cruz del Humilladero pierde 329, Carretera de Cádiz, el distrito con más foráneos, sólo aumenta en 1.781 residentes y el Centro, donde el 10,96% de los empadronados son extranjeros, lo hace en 142, según datos del organismo autónomo de Gestión Tributaria (Gestrisam).
La densidad de población y la falta de equipamientos de estos barrios los hace poco atractivos para la población autóctona, lo que, unido al alto precio de la vivienda en otras zonas de la capital hace que sean muchos los que deciden fijar su residencia en municipios cercanos que les permiten mantener sus trabajos en Málaga, provocando un trasvase que hasta ahora también ha estado cubierto con los inmigrantes. Así, el moderado crecimiento de población en la capital, que en cuatro años sólo ha aumentado un 1,36%, contrasta con el impulso de Cártama (+20,5%), Alhaurín de la Torre (+16%), Rincón de la Victoria (+14,3%), Torremolinos (+11,5%) y Alhaurín el Grande (+10,7%).
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