Las hermanas Miller van en serio

Fiel a la filosofía de su empresa, Twenty8Twelve -juego de palabras inspirado en la fecha de nacimiento de la actriz (28 de diciembre de 1981)-, la prensa especializada ensalzó «el juego yuxtapuesto de proporciones y modernidad romántica» para evocar una energía experimental basada en la estética punk. En otras palabras, las plumas más afiladas han dado el OK a sus creaciones, con las que ambicionan ofrecer una ropa de calidad sin precios «escandalosos», sintetizando el clasicismo estadounidense y la vanguardia londinense. Las Miller han superado la vida tan efímera que acompaña a marcas que intentan conquistar los mercados con el único señuelo de la famosa de turno.

Son múltiples los casos que han pinchado en hueso. Jennifer Lopez y Sarah Jessica Parker dilapidaron toda su credibilidad como modistas tan pronto como los números rojos salpicaron las cuentas corrientes de sus firmas. No es el caso de Savannah y Sienna, nacionalizadas inglesas, pese a haber nacido en Hong Kong y Nueva York, respectivamente, a cuenta de la ajetreada vida de su padre, el banquero y marchante de arte americano Ed Miller. Sus hijas, que vivieron una infancia entre algodones repartida entre Nueva York y los internados más elitistas de Inglaterra, imprimen estilo. Van en serio y seducen con chaquetas de buen corte, levitas entalladas y pantalones pitillo con cremalleras en la pernera. Aparecen en todas las colecciones por influencia de Savannah, formada a la sombra de Alexander McQueen. «Sienna es muy 'fashion' y tan diseñadora como yo», advierte, para disipar dudas sobre quién maneja los hilos de la compañía.

Nadie duda a estas alturas que la actriz abrió muchas puertas a Twenty8Twelve. Es un 'icono fashion'; más por sus cuitas sentimentales que por su carrera cinematográfica, que se hunde en la más absoluta mediocridad. ¿Quién recuerda algún papel suyo? Los paparazzi la tienen continuamente en su punto de mira desde que inició un romance con Jude Law, del que se separó más tarde, al engañarla con una niñera, para caer de nuevo en sus brazos. Harta de dar lástima -«tienes que tragarte tu orgullo y decir que estás bien»- acudió al magazine estrella de la televisión americana para proclamar: «¡Me gustaría ser niñera! He oído que la paga es muy buena y que los extras tampoco están nada mal». Entremedias, ha engordado su lista de romances con el actor Rhys Ifans, el feo de la película Notting Hill; Puff Daddy, 'capo' del hip-hop; el músico y modelo británico Jamie Burke; Baltasar Getty, actor y heredero de la famosa dinastía...

Sienna pone de moda todo lo que lleva encima. Su estilo 'boho chic', de aparente desaliño pero trabajado hasta el último extremo, crea adicción entre millones de jóvenes que copian sus jeans pitillo, vestidos supercortos combinados casi siempre con leggins, faldas vaporosas, botas 'ugg' y sus imprescindibles maxibolsos, bien del difunto McQueen o de Matthew Williamson.

Ataques con orina

Aunque empieza a dar que hablar por su trabajo -ha sido imagen de Tod's, Boss y Pepe Jeans-, sigue dando carnaza a una prensa sensacionalista que no le pasa una. En la inauguración de su boutique londinense, mostró evidentes síntomas de embriaguez al tiempo que se desquitaba de los molestos paparazzis al grito de «¡Os veré en los juzgados, malditos violadores!». «A nada que digo me meto en líos. Me gustaría protegerme un poquito mejor», confesó. Pese a sus buenas intenciones, la protagonista de 'Casanova' sigue sin controlar sus impulsos y no titubea a la hora de empapar a los fotógrafos con su propia orina. Se la disparó con una pistola de agua.

En la moda, sin embargo, es otro cantar y ha sabido contener sus impulsos repartiéndose los papeles con su hermana. Savannah diseña y ella ahorra a la firma un gasto innecesario en campañas publicitarias. De caracteres opuestos -tierna y romántica, Savannah; rompedora y nerviosa, Sienna- han convertido su pasión por la moda en una alternativa al lujo de los grandes modistos.