«Fue un placer aprender de profesionales tan destacados»

Marcos y Rocío llegaron a la escuela con el veneno de la restauración ya en sus venas. Sus padres llevaban desde 1968 Casa Matilde, en ... Benajarafe. Y su paso por La Cónsula ha supuesto un impulso fundamental para un negocio familiar que, a pie de playa, funde cocina tradicional e innovación de la mano de Rocío en la cocina y con la atención personal y profesionalidad de Marcos en la sala o las mesas en el jardín, frente al mar. Rocío reconoce que la base principal de lo que hoy es La Plata está en La Cónsula, aunque ella pasó después por La Bobadilla y Tragabuches con Dani García y ha enseñado en la escuela de Benahavís o Melilla. Marcos estudió la modalidad de sala, el «complemento perfecto» a lo que hizo su hermana. «Para mí fue un placer coincidir con los compañeros con los que estudié y haber aprendido de profesionales tan destacados», señala. Al terminar, hizo prácticas en Marbella y trabajó en Alemania con una beca. «Yo personalmente y mi negocio debemos mucho a La Cónsula», reconoce.