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La baronesa fue pillada por los fotógrafos de paseo por el arenal francés. :: gtres
Tita Cervera y la depilación brasileña

Tita Cervera y la depilación brasileña

La baronesa Thyssen se pasea a sus 73 años

ARANTZA FURUNDARENA

Miércoles, 10 de agosto 2016, 00:12

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De los creadores del trikini y el burkini, llega... ¡el 'Titakini'!, un atrevido biquini para mujeres de más de 70 años dispuestas a demostrar que la que tuvo, retuvo. Y guardó para la vejez. El 'Titakini' lo ha puesto de moda Tita Cervera. Y no es casual que suene a Titanic porque, igual que el famoso trasatlántico, la baronesa se encuentra en esa peliaguda edad en la que lo poco que aún se mantiene a flote está a punto de irse a pique. Pero eso sí, con alegría, mientras la orquesta sigue tocando...

Con un despampanante biquini blanco, Carmen Cervera se ha paseado estos días por las playas de Saint-Tropez, derrochando un garbo digno de hacer sonar a su paso el meloso 'Dum, dum, dum, dumdurún...' con el que comienza 'La chica de Ipanema'. Carmen nunca fue esa chica, ni falta que le hizo. En 1961, un año antes de que aquella garota (también en biquini blanco) inspirara a Jobim la famosísima canción, ella ya se había alzado con la corona de Miss España. Hoy, la chica de Ipanema tiene 71 años y ya no posa en biquini. Ni siquiera Gisele Bündchen, con ser tres décadas y media más joven, se atrevió a hacer el paseíllo olímpico con un dos piezas... Sin embargo, la baronesa Thyssen a sus 73 no se corta un pelo (salvo los de la depilación brasileña) a la hora de exhibir anatomía.

Alguien dirá que el récord olímpico de la senectud en biquini lo ostenta la duquesa de Alba. Y sí, es cierto que ella siguió utilizándolo siendo ya casi nonagenaria. Sin embargo, los suyos eran biquinis de cuello alto, mientras que el de Tita Cervera, con ser relativamente recatado en su parte de arriba, es de los que van escotadísimos en las ingles (dejando a la intemperie medio monte de Venus), al estilo de Pamela Anderson, una tendencia de dudosa elegancia que causó furor en los 90 y que este verano ha vuelto. La hazaña de Tita sería, por tanto, comparable al tanga que lució (por decir algo) el sesentón Flavio Briatore hace algunos veranos. Aunque con resultados bien diferentes, porque Briatore estaba hecho un adefesio, mientras que Cervera todavía está para que la silben... Y no solo los vejetes con presbicia.

Si la cuadratura del círculo en verano pasa por estar visible en biquini a la edad en la que ya te hacen descuento en los autobuses y en los museos, la baronesa Thyssen, poco dada a coger un bus y dueña de varias pinacotecas, puede presumir de haberla conseguido. Eso sí, el estilismo con el que lo acompaña es más que discutible. La camisola blanca de lino, perfecta. La pamela de rafia medio desmayada, aceptable. El bolso playero floreado y plastificado con publicidad de la isla de St. Barth, antiguo paraíso fiscal donde suelen refugiarse Kate Moss o Beyoncé, pasable... Pero esas chanclas de plástico transparente con purpurina, por más que sean de Chanel, ya las lució en Benidorm (parecidas) Belén Esteban hace varias temporadas. Y esas descomunales gafas de sol redondas, con los cristales del diámetro de un culo de botella magnum, son una extravagancia innecesaria que la hacen parecer una estrambótica mujer a punto de metamorfosearse en la mosca.

La baronesa Thyssen pasea su palmito por las playas de la Costa Azul después de haber navegado en el Mata Mua con sus mellizas, Carmen y Sabina, de diez años. Si el verano pasado fue el de la reconciliación oficial y pública con su hijo Borja, su nuera Blanca y sus nietos, este no apunta a que vaya a repetirse la tierna estampa. En todo caso, aquella fue una reunión incompleta porque faltaban las mellizas, a las que nunca se ha visto en público con su hermano Borja... En eso, Tita tiene a la familia dividida en dos, como su biquini.

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