Sánchez asegura que «nunca» un socialista será su «adversario»

Sánchez, que no mencionó directamente a Díaz, abogó por unas primarias «de debates, unidad y competición, pero entre compañeros», asegurando que en este proceso «nadie pierde, gana el PSOE». Asimismo, tras afirmar que «tiene claro» que su adversario no es ningún socialista, sino «el PP», pidió a los suyos «dar una lección» en este sentido. A su juicio, de cara a elegir al nuevo secretario general, sin importar el número de candidatos que se presenten, «solo hay dos opciones», que dividió entre «la abstención a Rajoy o un PSOE de izquierdas».

El candidato mandó un recado a sus oponentes al reclamar «lealtad» a sus compañeros si él se impone. «Por experiencia, sé lo que significa debilitar al secretario general y dar fuerza a la derecha», sentenció en referencia a la rebelión interna que acabó con su mandato al frente del PSOE y que tuvo en Díaz a una de sus principales promotoras. Sánchez, que cada vez muestra más confianza en el triunfo, se atrevió a desafiar indirectamente a Díaz al apostar por los votos andaluces «para dar la vuelta al PSOE». Asimismo, dijo que «el día después de las primarias, todos a trabajar detrás de nuestro secretario general para derrotar a la derecha». «Un PSOE sin líder solo beneficia a Rajoy», aseguró Pedro Sánchez, que ha criticado así que se ha puesto «muy tarde» el Congreso para ello.

Sí es sí

Sánchez defendió su proyecto de Sí es sí y afirmó que en él «están representadas todas las generaciones, no sobra nadie», porque «dice sí al PSOE, a ser de izquierda, de la militancia y creíble».

«Porque decimos sí al PSOE decimos no a Rajoy», incidió el candidato a la Secretaría General socialista, que añadió que «a algunos les cuesta trabajo decir que el PSOE es de izquierda y nuestro color favorito el rojo». «Necesitamos un PSOE unido a su historia, sus afiliados y no unido a la derecha», afirmó.

A partir de aquí, Sánchez argumentó su «paso al frente», porque «son tiempos de compromiso, no de resignación» y «hay mucha gente que sabe que solo con un PSOE fuerte derrotaremos a la derecha». Por ello, abogó por un «sí a ser la fuerza vertebradora del cambio».

Para conseguir su objetivo, Pedro Sánchez describió el «modelo de partido» que quiere para el PSOE, con pilares básicos como la transparencia y la democracia interna, con lo que ha asegurado que las consultas con la militancia será «obligatorias», así como las «listas cremalleras», la ejemplaridad ante la corrupción y que las gestoras tenga una duración máxima de «90 días».