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Celia Villalobos conversa con Ana Pastor en la Cámara.
El PP aparta a Celia Villalobos de la Mesa del Congreso tras más de doce años

El PP aparta a Celia Villalobos de la Mesa del Congreso tras más de doce años

La diputada malagueña del PP será una de las portavoces adjunta del grupo popular en la Cámara Baja

Antonio M. Romero

Miércoles, 20 de julio 2016, 00:55

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La imagen de Celia Villalobos ocupando un escaño en la mesa del Congreso no se repetirá en la duodécima legislatura de la democracia que este martes echó a andar. La veterana diputada malagueña no repetirá en el órgano que dirige las sesiones parlamentarias y donde ha venido ocupando distintos puestos, ininterrumpidamente, desde 2004; el último ha sido el de vicepresidenta primera.

La noticia se confirmó, como avanzó este periódico en su edición digital, en la mañana de ayer durante la reunión que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, mantuvo con el grupo popular minutos antes de la constitución del Congreso. Después de que el día anterior se conociera que, en virtud del acuerdo con Ciudadanos, el PP tendría tres puestos en la mesa, la presidencia, que recayó en Ana Pastor, una vicepresidencia y una secretaria, había tres candidatas populares para esos dos puestos; finalmente han sido ocupados por Rosa Romero y Alicia Sánchez Camacho.

La descartada fue Villalobos. Las razones que han pesado en el PP para adoptar esta decisión son, según fuentes consultada dos: de un lado las voces internas que pedían su relevo para trasladar una imagen de renovación del partido y, de otro, la falta de sintonía política entre la diputada malagueña y Ana Pastor -se da la circunstancia de que la nueva presidenta del Congreso sustituyó a Villalobos como ministra de Sanidad tras su dimisión en 2002-. A ello se unen, añadieron las fuentes, los equilibrios internos del partido ya que Romero es una política cercana a María Dolores de Cospedal y a Sánchez Camacho se le compensó con la mesa del Congreso tras abandonar la presidencia del PP de Cataluña el pasado año.

Al inicio de la reunión en la que se conoció la noticia, Rajoy tuvo un gesto de cariño con Celia Villalobos, según testigos presenciales. La veterana diputada malagueña -representa a la provincia desde 1986- encajó con buen talante esta decisión, según confirmaron fuentes consultadas, y ratifico ella en declaraciones a este periódico. Ahora pasará a ocupar una portavocía adjunta dentro de la dirección del grupo popular; un órgano que se encarga de coordinar la acción legislativa de los 137 diputados populares en la Cámara Baja.

«Me parece normal. Tenemos sólo dos puestos y somos muchos compañeros; estoy encantada de que mis compañeras estén en la mesa. Yo llevo trece años y estoy encantada de trabajar con Rafael Hernando (portavoz del PP). Siempre he estado en mi partido donde se me ha pedido que esté a cambio de, simplemente, estar», declaró Villalobos a la prensa tras conocerse que no repetiría en el órgano de dirección del Congreso. Esta decisión supone poner punto y final a más de doce años de Villalobos en distintos cargos en la mesa del Congreso. Su primera responsabilidad en este órgano la ocupó en abril de 2004 como secretaria segunda de la mesa, donde estuvo toda la legislatura; en 2008 pasó a ser secretaria cuarta hasta 2011. En el mandato que arrancó ese año y hasta 2015 fue vicepresidenta primera, el mismo cargo que ha ostentado en la breve undécima legislatura de 2016.

Como vicepresidenta primera le ha tocado presidir bastantes horas las sesiones parlamentarias y en esos momentos ha protagonizado algunos sonoros choques con los representantes de partidos como ERC, el diputado Joan Coscubiela, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y, en los últimos tiempos, algún rifirrafe dialéctico con Pablo Iglesias. También resultó polémico su episodio al ser sorprendida jugando con una tableta durante una intervención de Rajoy.

Mujer y política con carácter, Celia Villalobos ha mantenido posiciones contrarias a su partido en posiciones como el aborto y siempre ha destacado por no morderse la lengua a la hora de hacer declaraciones a los medios de comunicación. La exalcaldesa de Málaga y exministra de Sanidad pasa de un puesto de un marcado perfil institucional como es la mesa del Congreso a otro con un componente más político. Tras venir encabezando la lista por Málaga al Congreso desde 1989, la dirigente popular ya no fue la cabeza de cartel en los comicios del 20 de diciembre ni en los del 26 de junio. Ahora deja de ser una de las principales autoridades del Estado.

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