El padre de Triana y marido de Montserrat: «Mi mujer y mi hija no me hacían ni puñetero caso»

Antonio Martínez García, hoy comisario en Gijón, ha asegurado este jueves ante el jurado que juzga este caso que su hija «tenía enemigos en la Diputación, entre ellos la presidenta. Lo digo en plural porque intuyo que había alguno más». En la misma línea ha advertido que vio a su hija «muy mal» durante «una temporada». «Mi hija iba al médico, llamado Maximino, y también a un psicólogo», ha asegurado, según informa Leonoticias.

Raquel y Triana tenían una relación «entrañable» y no le constaba que su hija tuviera pareja aunque «más tarde deduje que algo tenía, porque se quedaba siempre los sábados en León». Además ante el tribunal ha advertido el comisario que no sabía que su hija tuviera munición en su casa: «Yo jamás he tenido ese tipo de armas y de munición en propiedad». Además ha asegurado que tampoco conocía cómo era que disparaban su mujer e hija.

El padre de Triana, a preguntas de las partes, ha asegurado que ante la situación vivida en la Diputación recomendó a su hija que se fuera a trabajar fuera: «Le dije a mi hija que tenía una formación suficiente para trabajar en alguna parte del mundo en una empresa privada y le recomendé que se fuera».

El marido de la autora confesa del crimen comentó al alcalde de Astorga por aquel entonces que había «una mano negra que impide que entre (como concejala). Intuía que era alguien del partido, quizás la presunta presidenta». Eso motivaba que su hija «no saliera como concejala del Ayuntamiento de Astorga». Además ha reseñado que conocía a Isabel Carrasco en actos oficiales y tenía una relación de cortesía «únicamente« con ella y ha reconocido que su mujer tenía «algo de inquina« hacia la presidenta de la Diputacion de León.

El día de autos

El padre de Triana también ha comentado que su hija y su mujer no le hacían "ni puñetero caso".

Sobre el día de autos ha asegurado que Triana le dijo a su padre que la estaban identificando pero él nunca asoció esa situación «con la muerte de Carrasco».

«El policía de guardia me contó en mi despacho que mi hija y mi mujer estaban relacionadas con el asesinato, entonces entré en estado de shock y luego busqué mi pistola para comprobar que estaba ahí. Le pedí que se la llevara al agente para que yo no cometiera ninguna locura», ha comentado.

Por último el padre de Triana también ha reconocido haber mirado las facturas de teléfono que llegaban a casa. Además, cuando llegaban las llamadas detalladas «sí que miraba las llamadas que hacía mi hija, pero hubo un momento que dejaron de llegar así».

Pablo Antonio Martínez también ha advertido durante su comparecencia que estaba «muy preocupado» por los casos de suicidios por depresión que había sufrido en su entorno. Además, la amiga de Triana que se suicidó previamente era un caso «muy cercano» para ella. «Mi hija había bajado 20 o 25 kilos y por eso estaba preocupado. Pensaba que mi hija se podía tirar por la ventana», ha remarcado.

El misterioso Fermín

Por otra parte, el misterioso Fermín, Fermín Guerrero, el letrado que defiende a la policía local Raquel Gago, ha llegado este jueves tarde a su comparecencia en la Audiencia Provincial.

Con todas las miradas fijadas en su persona tras desaparecer durante 20 horas en la jornada del miércoles se ha limitado a asegurar: "Estoy bien". Guerrero ha señalado que ya había aclarado lo sucedido "ante quien lo tenía que hacer", en alusión al presidente del tribunal, Carlos Álvarez, y su patrocinada.

"Todo está bien", ha repetido el letrado antes de insistir en que su incomparecencia se debió a un "motivo privado imprevisto", y que "no responde a ningún tipo de estrategia" porque "no nos hubiera beneficiado para nada", ha apostillado el abogado, cuyo bufete está en Murcia.