Rajoy emplaza a Mas a plantear una reforma constitucional y rechaza imposiciones

"Lo que era ilegal hace un año sigue siéndolo hoy", ha recordado Rajoy. El jefe del Ejecutivo, que no ha negado los contactos con la Generalitat durante estos dos años, ha garantizado que siempre ha atendido las llamadas del presidente catalán, que conversaciones ha habido "muchas" y que nunca se ha negado a hablar.

Ahora bien, ha insistido en que el diálogo siempre debe darse desde la lealtad institucional y sin "fijar de antemano el resultado", algo que no acepta. "Sobre lo que no voy a dialogar nunca es sobre la unidad de España y la soberanía nacional".

Según fuentes del Ejecutivo, la carta de Artur Mas reclamando a Mariano Rajoy una negociación llegó ayer al Palacio de la Moncloa. Así justifican en el Gobierno que el presidente haya tardado tres días en salir en rueda de prensa. "Había que esperar -señalan esas fuentes- a que pasara la polvareda".

Sin presiones a la Fiscalía

El presidente ha descartado, además, la existencia de presiones a la Fiscalía, a la que garantiza no haber dado "ninguna instrucción". Y, ante las críticas de dirigentes de su propio partido, especialmente en Cataluña, ha subrayado la "proporcionalidad y la mesura" con la que se ha comportado el Ejecutivo. "Ya sé que algunos preferían que actuara de otra manera, no sé que querían, nadie se ha atrevido a decirlo exactamente, algunos deseaban decisiones más drásticas", ha contestado Rajoy, que incide en los dos recursos presentados ante el Tribunal Constitucional.

Por último, tras reiterar el "fracaso" de la votación y la "debilidad" demostrada frente a la "exhibición de fuerza" pretendida, el presidente ha negado que se haya celebrado la consulta inicialmente programada y ha respondido con un "no" rotundo a la pregunta de si acometerá ahora cambios en su Gobierno o en el PP.