El juez deniega la libertad condicional a Julián Muñoz
Considera que debe ir a un Centro de Inserción Social como «paso prudencial» a una posible suspensión de la pena
JUAN CANO / ÁLVARO FRÍAS
Sábado, 9 de abril 2016, 01:17
Una semana después de que empezara a acariciar la libertad, tras su primer permiso de fin de semana, Julián Muñoz ha recibido otro varapalo en ... los tribunales. El titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Andalucía, con sede en Málaga, ha rechazado la propuesta de la prisión, apoyada por la Fiscalía, de suspenderle la condena.
De este modo, el magistrado deniega la libertad condicional a Muñoz al considerar que eso supondría «vulnerar el equilibrio constitucional entre el más absoluto respeto a la dignidad intrínseca que toda persona debe de poseer y el deber de cumplimiento de las penas impuestas», según la resolución notificada ayer, que aún no es firme. El exregidor tiene pendientes varias condenas que suman más de 19 años de prisión.
El primer capítulo del culebrón judicial en el que se ha convertido este caso fue el 3 de agosto del año pasado, cuando el mismo juez le otorgó el tercer grado por «razones humanitarias» debido a su enfermedad. Tras algunos vaivenes en la Ciudad de la Justicia, (la fiscal recurrió, la sala de vacaciones de la Sección Tercera revocó la semilibertad y el abogado impugnó la decisión), la Audiencia confirmó en marzo el tercer grado por su pluripatología «grave e incurable».
El lío, cuando todo parecía haber acabado al ser firme la resolución, vino después. La junta de tratamiento de la cárcel propuso conceder a Muñoz una libertad condicional anticipada por enfermedad amparándose en el artículo 104.4 del reglamento penitenciario. La fiscal apoyó esta decisión al interpretar, al igual que la prisión, que la modalidad de tercer grado que se le había concedido al exalcalde se articula mediante la libertad condicional, según fuentes del Ministerio Público, que precisan que, en los 15 expedientes por razones humanitarias tramitados el año pasado en Málaga, «siempre» se aplicó ese mismo criterio.
El juez, entre tanto, pidió un nuevo informe forense y reclamó a la cárcel que aclarara su primer escrito, en el que hablaba de enfermedad «terminal». Según su resolución, ambos coincidieron en que la patología de Muñoz no es terminal, sino grave e incurable, por lo que entiende que «no existe contradicción médica para su traslado a un Centro de Inserción Social (CIS) siempre que pueda asistir a las citas médicas extrapenitenciarias que tiene programadas y pueda seguir el tratamiento prescrito».
Amago de salida
Mientras el magistrado estudiaba la libertad condicional, Muñoz vivió un amago de salida el 17 de marzo -asegura que un funcionario le dijo que hiciera el petate- que acabó en un escrito-denuncia donde manifestaba sentirse «secuestrado» en la prisión, como informó SUR en la edición del día 21. El abogado Antonio José García Cabrera, que representa al exregidor en el apartado penitenciario, elevó una queja y requirió al juez para que se aplicaran sin más dilación los beneficios del tercer grado, que ya era firme, al margen de la concesión o no de la condicional.
El juez estimó el recurso del letrado y ordenó a la prisión que dejara salir a Muñoz de viernes -a las 16 horas- a lunes -a las 8- y que estudiara la concesión de permisos ordinarios. La cárcel le abrió las puertas ese mismo fin de semana y, en la siguiente junta, que fue el miércoles, rechazó darle permisos al no haber cumplido aún la cuarta parte de la pena.
La fiscal de Vigilancia Penitenciaria recurrió este jueves el auto de juez y pidió la suspensión de las salidas de fin de semana al entender que el espíritu del tercer grado concedido se articula a través de la libertad condicional, de la que ella misma se había mostrado partidaria. El exalcalde, en contra de lo que había solicitado el Ministerio Público, abandonó ayer, de nuevo, la cárcel. Hasta el lunes.
Y en esas, el magistrado se pronunció ayer y abogó por que sea derivado a un CIS «como el paso prudencial previo a una posible libertad condicional». Y añadió: «Se trata de que el tercer grado puede llegar a permitir, si así se acordara y atendiendo a las circunstancias particulares del caso, una modalidad de vida casi equiparable a la libertad condicional». El abogado de Muñoz anuncia otro recurso, por lo que el culebrón aún no ha escrito su última línea.
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