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Muñoz y Del Nido, separados en el banquillo de los acusados por un hermano del segundo. :: ñito salas
Del Nido pide perdón a Marbella y dice que devolverá hasta el  último euro

Del Nido pide perdón a Marbella y dice que devolverá hasta el último euro

El expresidente del Sevilla admite que recibió dinero de los sobrecostes de las obras y un Muñoz muy deteriorado anuncia que colaborará con el fiscal

MONTSE MARTÍN

Jueves, 3 de septiembre 2015, 00:43

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El juicio por el caso de las contrataciones irregulares de obras del Ayuntamiento de Marbella a la empresa Fergocon durante 2001 y 2002 comenzó ayer en la Audiencia de Málaga y lo hizo por la vía rápida. Los dos principales acusados, Julián Muñoz y José María del Nido, reconocieron parcialmente los hechos, aunque con algunas precisiones y matizaciones. El objetivo de ambos es conseguir una rebaja de la condena (se enfrentan a 11 años de cárcel cada uno), algo que tienen asumido y por lo que no presentarán una gran batalla judicial. Los dos purgan ya pena de siete años de cárcel por el 'caso Minutas', prácticamente un calco de Fergocon; les interesa cerrar este proceso judicial de la mejor manera posible y ésa es la de prestarse a colaborar.

José María del Nido lo hizo ayer en una breve, pero contundente declaración. «Además de reconocer mi culpa en esos hechos deplorables, pido perdón a la ciudadanía del pueblo de Marbella. Cuando una persona se equivoca, aunque sea hace 15 años, lo que tiene que hacer es reconocer los hechos, pedir disculpas por ello y reparar el daño causado, sobre todo cuando se trata de un delito en el que el bien jurídico protegido es el patrimonio del Ayuntamiento de Marbella; devolveré hasta el último euro», dijo un Del Nido colaborativo y conciliador, casi humilde. Es como si los 18 meses que lleva en la cárcel hubieran disuelto la soberbia y tono chulesco que utilizó durante el juicio por el 'caso Minutas' en 2010.

Su abogado, José Antonio Choclán, lo había anunciado minutos antes. Del Nido está dispuesto a reparar el daño, el perjuicio ocasionado a las arcas municipales, cifrado en 1,3 millones de euros, que el fiscal pide que pague al Ayuntamiento de Marbella en concepto de responsabilidad civil, solidariamente con Muñoz y sus hermanos, que también están acusados. De hecho, ya lo está haciendo.

Dinero para Marbella

Ya ha depositado en la cuenta judicial más de 500.000 euros (187.605 en efectivo y el resto el acciones y valores), que «están a disposición del Ayuntamiento del Marbella», precisó su defensor. Además, el expresidente sevillista ha propuesto un calendario de pago para abonar de forma fraccionada el monto restante: más de 80.000 euros semestrales durante cinco años. La reparación del daño, el pago de la responsabilidad civil derivada del delito, y el arrepentimiento son hechos objetivos que llevan aparejado una rebaja de la pena.

A continuación Del Nido dio su versión de los hechos. Se remontó a 1999 cuando, de la mano del fallecido Jesús Gil, llegó al Ayuntamiento de Marbella como asesor jurídico, en sustitución del abogado José Luis Sierra. «Al principio cobré mis honorarios profesionales sin ninguna pega, pero en 2001, coincidiendo con el informe de fiscalización del Consistorio que hizo el Tribunal de Cuentas, el interventor puso reparos. Ante ello se ideó que se canalizara el pago de mis honorarios profesionales por dos sociedades municipales que contrataron obras incluyendo sobrecostes del 10 y 15% del importe de facturación. Yo recibía una tercera parte. Esto es entre 100.000 y 150.000 euros». Preguntado por su defensa, Del Nido contestó que fue Jesús Gil quien ideó esta forma de pago. Luego detalló que su hermano Óscar, gerente de Fergocon, la empresa que facturaba las obras al Ayuntamiento, le entregaba en un sobre el dinero: «Una parte era para mí, otra para el alcalde y la tercera para la empresa (Fergocon)», precisó. Sobre la parte correspondiente a los alcaldes, Del Nido aclaró que recibieron dinero tanto Jesús Gil (en 2001) como Julián Muñoz (en 2002).

A su lado, su entonces compañero de intrigas políticas y ahora de banquillo, Julián Muñoz, adelantó que también iba a colaborar con el fiscal. Con una camiseta negra y un pantalón de chándal, un Muñoz, muy deteriorado físicamente, pidió previamente al presidente del tribunal que le eximiera de asistir a todas las sesiones del juicio debido a su estado de salud.

Sumiso y fatigoso

«No voy a poder aguantar todos los días del juicio; no voy a poder aguantar el trasiego de ir y venir de la cárcel al juicio. Te levantas a las 6 de la mañana, y, además, hay algunos días que me sacan al hospital, pero si usted señoría (dirigiéndose al presidente del tribunal) lo considera, vengo, pero no creo que pueda aguantar», dijo sumiso y con tono fatigoso, llevándose un pañuelo a la boca para detener restos de saliva, una secuela del ictus que sufrió estando ya en prisión, aunque sin otras consecuencias neurológicas.

Desde 2013, que ingresó en prisión, no se tenía una imagen pública de Muñoz. Había un especial interés en comprobar cuál es su estado, sobre todo, después del tercer grado que le concedió el juez de vigilancia penitenciara por su grave estado de salud, revocado más tarde por la Audiencia de Málaga. Y Muñoz parecía también tener interés en mostrarse tal como está, mirando ayer directamente a las cámaras. Su deterioro físico es palpable.

Según los médicos, padece una pluripatología: cardiopatía isquémica e hipertensión, diabetes, insuficiencia venosa crónica, infartos lacunares, ictus sin secuelas neurológicas y artrosis vertebral, principalmente. Desde 2014 ha salido en 29 ocasiones de la cárcel para ser tratado en un centro hospitalario. Ayer el presidente del tribunal accedió a su petición y le eximió de asistir a todas las sesiones del juicio.

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