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Francisco Gutiérrez
Viernes, 16 de diciembre 2016, 00:23
La retirada del fibrocemento o uralita en los colegios de la provincia será una realidad en apenas un par de semanas. Es el tiempo que queda para las vacaciones de Navidad, un periodo no lectivo que será aprovechado por la Consejería de Educación para poner en marcha el prometido programa de retirada de fibrocemento de los colegios. En estas próximas semanas arranca el plan en diez colegios e institutos de la provincia, y continuará después durante los meses de verano en otros centros, al menos una veintena. Debido a la peligrosidad de este material de construcción que contiene amianto, un mineral que se ha comprobado tiene efectos nocivos para la salud y puede provocar cáncer, las empresas que se encargarán de su retirada están inscritas en un registro específico de empresas con riesgo por amianto. Uno de los centros que lleva más tiempo luchando por la retirada del amianto es el José Calderón, de Campanillas. En 2008 comenzaron a movilizarse por la presencia del amianto, uno de los componentes del fibrocemento, comercializado con el nombre de Uralita. Con la ayuda de la asociación Amianto Cero han realizado durante estos años una serie de movilizaciones, que finalmente han dado resultado.
Trabajos necesarios
No obstante, Mari Ángeles Guzmán, secretaria del AMPA, señala que están «un tanto decepcionados», ya que esperaban que se abordaran algunas obras más prometidas en su momento. El colegio tiene casi 2.400 metros cuadrados de uralita. En estos días de Navidad se va a retirar la del pabellón deportivo. «Entendemos que no hay tiempo para más en los nueve días que hay laborables en Navidad», señala Mari Ángeles. El resto de obras quedarán, como en el resto de colegios, para las vacaciones de verano. En este colegio de Campanillas estudian 439 niños, y la secretaria del AMPA asegura que este curso se han matriculado menos alumnos «por el miedo al amianto».
También está previsto retirar unos depósitos de agua de uralita del colegio José María Hinojosa, situado en la calle Héroe Sostoa. La directora, Consuelo Duque, indica que «hace años que no se usan», pero que «a nadie le apetece tener una situación de riesgo como representa el amianto».
Otro de los centros de la capital que estarán con obras durante Navidad es la Escuela Oficial de Idiomas. Aquí tienen un tejado de unos 2x3 metros de superficie y dos depósitos de agua, también inutilizados desde hace años. «La escuela data de 1970, y esta intervención nos satisface puesto que para nosotros es imprescindible tener un edificio que acoge a casi siete mil alumnos en las mejores condiciones posibles y sin riesgos», señala su director, Juan Vicente Vega.
En verano, más obras
Desde la Federación de AMPAS de Málaga, se felicitan de que la administración haya tomado la decisión de retirar este material, que responde a «la presión y las peticiones que se vienen realizando las asociaciones desde hace años», señala Pilar Triguero. Independientemente de estos planes específicos, la Consejería de Educación ha venido desarrollando actuaciones de retirada de elementos que contienen amianto dentro de la actividad ordinaria de mejora en las infraestructuras de los centros, pero que ahora, y para dar respuesta a la preocupación de la comunidad educativa en esta cuestión, se va a desarrollar una acción específica consistente en la planificación de actuaciones para identificar los edificios públicos escolares con materiales que contengan amianto y evaluar el estado de dichos materiales para proceder, en su caso, a su retirada gradual.
En julio, el consejo de gobierno de la Junta aprobó la planificación para la eliminación del amianto en las infraestructuras educativas, que destinará 60 millones de euros a la retirada progresiva de este material en aquellos centros escolares públicos que sean determinados por los técnicos de la Consejería de Educación.
El programa se desarrollará en dos etapas. La primera, entre 2016 y 2020 y con un coste de 40 millones, tendrá como objetivo elaborar un registro de instalaciones, tanto de titularidad municipal como autonómica (escuelas infantiles, colegios de Infantil y Primaria, institutos de Educación Secundaria, centros de Educación Especial, Escuelas Oficiales de Idiomas, centros de enseñanzas artísticas y residencias escolares).
El fibrocemento, un material que contiene amianto, tuvo un uso generalizado en las décadas de los setenta y ochenta, hasta que en diciembre de 2001 quedó prohibido en España al demostrarse su vinculación con graves enfermedades del aparato respiratorio como la asbestosis, el cáncer de pulmón y el mesotelioma.
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