Bomberos van hoy por primera vez a la huelga, a la espera de que el alcalde se siente a hablar
Los funcionarios, que impugnan los servicios mínimos al considerarlos insuficientes, aseguran que valorarán levantar el paro en cuanto De la Torre acepte negociar
Francisco Jiménez
Martes, 14 de marzo 2017, 00:37
Esta mañana, a partir de las 8.30 horas coincidiendo con la entrada del turno, los bomberos de Málaga están llamados a secundar la primera ... huelga indefinida en la historia del Cuerpo. Cara a la ciudadanía, sus efectos serán mínimos porque la dotación diaria será similar a la actual para que se atiendan con garantías todas las emergencias. Pero este paro es toda una muestra de la incapacidad de Ayuntamiento y sindicatos de poner paz en un conflicto laboral que lleva años latente pero que estalló hace dos meses y medio con la práctica totalidad de la plantilla (un 94%) pidiendo por escrito la destitución de su jefe y exigiendo que de una vez por todas se atiendan las reivindicaciones que vienen reclamando para mejorar la organización del servicio y sus condiciones laborales.
Después de que no hayan surtido efecto los 75 días de encierro con sus correspondientes pitadas de cada mañana a las puertas de los cinco parques, una manifestación y pintadas de protesta en los camiones, los bomberos votaron ayer en asamblea seguir adelante con la huelga. «La Corporación no nos da otra salida», remarcaban ayer para dejar claro que si se ha llegado a este punto es «por la negativa del equipo de gobierno a negociar». De hecho, aseguran que se replantearán seguir con la protesta en el momento en el que el alcalde, Francisco de la Torre, y el concejal de Personal, Carlos Conde, se sienten con ellos en lugar de hacerlo, como hasta ahora, el edil de Seguridad, Mario Cortés, que él mismo ha dicho ser un «mediador» sin ninguna capacidad de decisión; y el director general de Seguridad y Recursos Humanos, Carlos Gómez-Cambronero. «Aunque no se cerrara un acuerdo de forma inmediata, sólo con que se sentaran a negociar valoraríamos la desconvocatoria, pero ni siquiera lo han hecho a pesar de que nos lo prometió el alcalde», afirmaba el portavoz del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB), Andrés Millán, quien lanzó un mensaje a los malagueños insistiendo en que «la ciudadanía puede estar tranquila porque la seguridad nunca va a estar en riesgo».
En este sentido, resulta llamativo que sean los huelguistas quienes pidan más servicios mínimos que los estipulados por el Ayuntamiento al considerarlos insuficientes por establecer la presencia de un solo jefe en lugar de los cuatro que ellos pedían, además de no contemplar ningún miembro de la unidad médica. Los profesionales que acudieron ayer a la asamblea aprobaron por unanimidad recurrir el decreto. «Mientras un juez no resuelva el recurso y así poder garantizar la seguridad de los ciudadanos, que es a quienes nos debemos, vamos a realizar nuestro trabajo con celo escrupuloso, ya que consideramos que los servicios mínimos impuestos por el Ayuntamiento no lo hace», expresaron a través de un comunicado.
Según el decreto, el operativo estará compuesto por 42 efectivos distribuidos en los cinco parques de bomberos, un jefe de guardia en el Centro Municipal de Emergencias y otros cinco profesionales para garantizar el mantenimiento de las instalaciones y el normal funcionamiento de la actividad. En total serían 48 funcionarios, un dispositivo bastante similar al habitual, ya que cualquier jornada laboral suele haber en torno a 50 efectivos disponibles. Lo que a juicio de los bomberos es un ejercicio de responsabilidad, para el equipo de gobierno es síntoma de que la plantilla no quiere ir a la huelga. Según los cálculos del Área de Personal, los bomberos perderán 291,48 euros de sueldo por cada día de paro, teniendo en cuenta que una guardia es de 24 horas al agrupar tres turnos en una sola jornada.
Sobre los servicios mínimos, De la Torre aseguró ayer que «se estudiará el tema desde el Cuerpo de Bomberos y el Área de Seguridad y se hará lo que sea mejor para Málaga, porque se trata de garantizar la cobertura de seguridad». En cuanto a una posible reunión, el regidor se limitó a señalar que «el clima de diálogo está abierto» independientemente de que se desarrolle una huelga que, a su juicio, «no hay motivos para hacerla».
Diálogo estancado
Además de pedir que el inspector jefe José Cruz sea apartado de la dirección operativa, la plantilla reclama la retirada de todos los expedientes informativos y disciplinarios que se han abierto por las pintadas en los parques y vehículos de Bomberos, además de sus tres históricas reivindicaciones, que pasan por un nuevo reglamento que regule el servicio, una reducción de la jornada laboral que es de 44 horas semanales y la reclasificación profesional del grupo C2 al C1 para tener la categoría de bomberos especialistas como establece la Ley de Emergencia de Andalucía.
Hasta ahora, el Consistorio emplaza cualquier cambio a 2018, ya que recientemente se ha aprobado el acuerdo de funcionarios, válido para este año, con el apoyo de UGT, CSIFy UPLB y el rechazo de las dos fuerzas mayoritarias en bomberos (SAB y CC OO) además del sindicato policial Sip-An.
Por otra parte, en la asamblea de ayer los funcionarios acusaron al equipo de gobierno de «tratar de amedrentar a la plantilla asegurando que responderán con su patrimonio de los daños causados» porque la huelga no ha sido convocada por los sindicatos, sino por un comité de huelga designado en asamblea. Dos miembros de este comité han renunciado.
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