Piden 21 años de cárcel para los acusados de matar al dueño de un bar de un disparo

Los hechos tuvieron lugar el 24 de septiembre de 2014 en la citada localidad. El representante del Ministerio Público asegura que los procesados, ambos de nacionalidad española, se pusieron de acuerdo y, con el objetivo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, fueron al establecimiento Los Tinajeros.

Nacido en Egipto, pero de nacionalidad holandesa, la víctima estaba aquella noche en su negocio. Y es que era de madrugada. Así, entre las 02.00 y las 03.00 horas, los acusados entraron en el establecimiento y, esgrimiendo el arma de fuego que portaban, exigieron al propietario la entrega de todo el dinero que tuviera, siempre según se recoge en el escrito de acusación del fiscal.

«A continuación y ante el peligro de no lograr su propósito y con el ánimo de acabar con su vida, realizaron un disparo» contra el propietario del bar, que impactó contra su cráneo. Tras ello, continúa el relato del Ministerio Fiscal, se apoderaron de todos los billetes que había en la caja registradora, dejando las monedas, para seguidamente subirse a un coche y abandonar el lugar de los hechos.

La víctima fue trasladada hasta el Hospital Carlos Haya de la capital malagueña, donde ingresó sobre las 05.30 horas con una herida por arma de fuego. Una hora y media más tarde, la víctima fallecía por las heridas que le había provocado en la cabeza el disparo, tenía 56 años de edad.

La Fiscalía asegura que los dos procesados son responsables de lo ocurrido aquella madrugada, por lo que les considera autores de los supuestos delitos de robo con violencia, homicidio y tenencia ilícita de armas. Además de la citada pena de prisión, desde el Ministerio Público se ha solicitado que los tres hijos de la víctima sean indemnizados con 250.000 euros. Tal y como ya publicó tras los hechos este periódico, el fallecido era un hombre apreciado en el pueblo, que caía bien a sus vecinos y que, aparentemente, no tenía enemigos. Llegó a Colmenar tres años antes de su muerte tras encontrar en Internet un anuncio de traspaso de la hamburguesería Los Tinajeros, un local que disponía incluso de una habitación para dormir y que, por tanto, le permitía vivir en el negocio.

En la localidad malagueña, la víctima servía pizzas y hamburguesas a los jóvenes del pueblo, su principal clientela. También vendía cajetillas de tabaco y cigarrillos sueltos. De hecho, aquella madrugada, fue un chico que fue a su negocio a comprar tabaco quien le encontró agonizando en el suelo del establecimiento.