Borrar
Daños en un edificio de Melilla tras el terremoto de este lunes.
Las construcciones cumplen con normas sísmicas desde 1968

Las construcciones cumplen con normas sísmicas desde 1968

Se trata de que las estructuras sean más flexibles, por ello se estudian todos los elementos para que estén bien repartidos

Alvaro Frías

Martes, 26 de enero 2016, 11:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El hecho de que, después del terremoto que en la madrugada de ayer sacudió la provincia de Málaga no se hubiera producido ningún daño estructural en los edificios situados en todo el territorio malagueño no es una coincidencia. Y es que las construcciones vienen cumpliendo con normas sísmicas desde 1968.

En concreto, se trata de la Norma de Construcción Sismoresistente, cuya última actualización se hizo en el año 2002. El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Francisco Sarabia, explica que este documento recoge la posibilidad de que haya un seísmo en la zona y de qué densidad puede ser. Al respecto, dice que son pocos los municipios con peligro de que haya un terremoto en España, ya que en la mayoría de ellos es casi inexistente.

Entre los que tienen un mayor riesgo se encuentra Granada, y también Málaga debido a su cercanía. Por ello, a la hora de calcular los valores que determinan la estructura de una vivienda particular o de un edificio, Sarabia señala que los arquitectos malagueños tienen que incluir una serie de valores específicos a la hora de comenzar una construcción.

Al final, de lo que se trata es que esas estructuras sean más flexibles, por ello se estudian todos los elementos para que estén bien repartidos. Asimismo, según el decano, también hay materiales que ayudan a ello, como es el caso del acero, que está integrado en el hormigón que se emplea en las construcciones de la provincia.

El decano señala que, cuando se produce un terremoto, es como cuando una persona empuja un columpio. «Se van dando sacudidas secas a un edificio que tiene que resistir esa carga horizontal que se produce», concreta Sarabia.

En este sentido, precisa que son elementos muy técnicos, pero que los arquitectos los aplican en sus construcciones desde hace años para evitar daños. De hecho, asegura que, actualmente, en la arquitectura doméstica y de edificios de relativa baja altura que se lleva a cabo en esta zona las consecuencias de los terremotos en las estructuras ya están controladas, por lo que los nuevos retos van encaminados a los elementos secundarios.

«Éstos son los más peligrosos cuando se produce un seísmo. Se trata, por ejemplo, de cornisas que en estos casos suelen desprenderse y pueden provocar daños personales. Así que ahora se están realizando estudios para evitar esto», asevera el decano.

Por su parte, Ricardo Arribas, aparejador y miembro de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, señala que también se está llevando a cabo una revisión de la Norma de Construcción Sismoresistente de 2002 para, entre otros aspectos, actualizar los valores de peligrosidad de la provincia. Arribas asegura que hoy en día los valores del documento en España son distintos a los que se emplean en países vecinos como Francia, Portugal o Marruecos.

«Una vez que se unifiquen, la fuerza sísmica a considerar va a ser mayor en Málaga y la peligrosidad se va a incrementar en un 71 por ciento», indica, mientras apunta que el terremoto de Lorca vino a confirmar la necesidad de un mayor rigor a la hora de respetar estas normativas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios