Jefes de servicio reclaman medidas para que Carlos Haya no se desangre
Elaboran un manifiesto con el objetivo de «salvar el hospital y detener el deterioro y el mal que lo aqueja desde hace demasiado tiempo»
Ángel Escalera
Miércoles, 25 de febrero 2015, 01:56
Jefes de servicio del Hospital Regional Carlos Haya han elaborado un manifiesto en defensa del centro hospitalario. En el escrito se reclaman medidas que detengan ... el deterioro e impidan la sangría y el mal que aqueja al hospital desde hace demasiado tiempo. Ese documento está circulando por todos los pabellones del complejo hospitalario y por las unidades clínicas de gestión para que lo firmen los profesionales que quieran adherirse a la defensa de Carlos Haya.
«Esto no puede ni debe seguir así. Entendemos que no se debe confundir la lealtad al SAS, a nuestro hospital, con el silencio o la aquiescencia mientras el Hospital Regional de Málaga se desangra», afirman los jefes de servicio que han promovido esta iniciativa. En el documento, reiteran su compromiso con el sistema sanitario público y con sus pacientes. Asimismo, recalcan su deseo y su disponibilidad para analizar en profundidad la situación del hospital para buscar alternativas que, «tomando como eje al ciudadano, garanticen la sostenibilidad del sistema y su adecuada financiación». Los autores del escrito esperan que a su iniciativa se sumen otros profesionales, así como instituciones, partidos políticos, sindicatos y los ciudadanos en general.
En el manifiesto se hace hincapié en la necesidad de «llevar a cabo de una vez por todas la vertebración estructural y funcional» de Carlos Haya, tantas veces prometida y comprometida. El fin que se busca es que el hospital sea capaz de afrontar los retos asistenciales, docentes e investigadores tanto presentes como futuros. En el documento se recuerda que la Consejería de Salud hizo público en 2008 su compromiso de construir el nuevo Carlos Haya, un centro cuya misión era resolver «la ineficiencia de múltiples pabellones dispersos por toda la ciudad (pabellones A y B de CarlosHaya, el C, que está en el Hospital Civil y el D, situado en el Materno, más las consultas del CARE), la multiplicación de servicios, la incomunicación física y el costoso mantenimiento de estructuras obsoletas». Sin embargo, ese proyecto quedó parado y no se llevó a cabo con el argumento de que la crisis impedía sacarlo adelante por su elevado coste.
A ese respecto, en el manifiesto se destaca: «Y de lo prometido nada se hizo, mientras el deterioro y la degradación prosiguen avanzando; ahora ya aceleradamente, aunque tal vez de forma aún oculta a la ciudadanía». Los médicos que suscriben el escrito mencionan las principales carencias del hospital: «A la obsolescencia de sus edificios, a la obsolescencia tecnológica y a la preocupante precariedad laboral hay que añadir la falta de una financiación adecuada y realista».
«Desconcertados»
En el manifiesto se asegura que las medidas adoptadas por el Gobierno central y por la Junta de Andalucía han traído consigo, por un lado, a «profesionales indignados y, posteriormente, desconcertados y, por otro, a directivos y administradores más preocupados por disminuir el gasto que en resolver los problemas de salud de los ciudadanos».
En el documento para salvar a Carlos Haya se indica que «la junta facultativa ha desaparecido; la posibilidad de contratar a los más preparados, a los mejores, se ha perdido por los vericuetos burocráticos y hoy día es pura quimera».
El manifiesto se ha elaborado tras uno previo titulado Salvar la sanidad pública, suscrito por un grupo de intelectuales españoles, encabezados por las prestigiosas filósofas Victoria Camps y Adela Cortina.
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