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Garbiñe Muguruza, en las semifinales de Roland Garros.
La mejor Muguruza alcanza la final de Roland Garros
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La mejor Muguruza alcanza la final de Roland Garros

La española derriba a Stosur (6-2 y 6-4) con un sobresaliente partido gracias a su concentración, talento y estrategia

Javier Bragado

Viernes, 3 de junio 2016, 00:13

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«No considero que una superficie me vaya especialmente bien. Con el juego que tengo puedo competir en cualquiera bastante bien», avisaba la tenista española Garbiñe Muguruza a los pies de la pista madrileña Manolo Santana a principios de mayo. La frase sonaba a desafío para una finalista de Wimbledon con el saque y los golpes ganadores como etiqueta pero en un mes ha demostrado que no pronunciaba palabras vacías.

La número 4 del actual ranking de la WTA esta semana ya puede contar un nueva final de un Grand Slam y esta vez en Roland Garros, donde la palanca de su espigado cuerpo al saque no es un beneficio insuperable frente a las jugadoras de tierra. Después de superar su maldición de los cuartos de final, su límite en sus tres participaciones, la nacionalizada española ha enviado su mensaje al circuito con dos semanas excelentes en París en las que venció a todas sus rivales en dos mangas. El buen trabajo le ha permitido conservar la frescura en sus piernas y con una autoridad propia de una fuera de serie.

Su última víctima fue Samantha Stosur, finalista en Roland Garros en 2010, por 6-2 y 6-4 en una hora y 16 minutos. La australiana con cuerpo de ciclista de bicicleta de montaña sucumbió ante la estrategia de Muguruza de devolver las pelotas a sus pies y mandar en cada punto. Con un comienzo espléndido (4-0 para la española) se observó el miedo en los ojos de la oceánica por la determinación y clarividencia que exhibe en sus días buenos la hija de vasco y venezolana. Además de un notable resto, la cuarta raqueta del tenis femenino golpeó con seguridad, contundencia, agresividad y precisión en una primera manga que se desarrolló en forma de monólogo para ganar 6-2 en sólo 32 minutos.

El segundo set también empezó con Muguruza imparable (2-0) hasta que Stosur le recordó que seguía en la pista con una rotura inmediata (2-2). Pero la naturalidad descarada de la española respondió al siguiente juego de un duelo inesperado para dos grandes sacadoras que aflojaron con su servicio bajo el cielo plomizo francés (11 dobles faltas sumaron entre ambas). No dio opción la caraqueña que ahora reside en Ginebra porque mandó con confianza, autoridad y empleó todas sus fortalezas (mejor estado físico, un día inspirado con sus elecciones y una derecha siempre firme) contra la irreductible australiana que no bajó los brazos ni cuando su adversaria se asomaba al triunfo con 5-2 a favor.

El mérito de la final de la cambiante Muguruza se mide con la ausencia de una española en el partido por el título de Roland Garros desde que Conchita Martínez se presentase 16 años antes. Actualmente, la aragonesa es una de las tutoras del talento de la líder española como capitana de la Copa Federación y ha conseguido encauzar las posibilidades de una promesa de 22 años capaz de deslumbrar o desconectarse sin posibilidad de regreso en una pista de tenis. En las semifinales alcanzó uno de sus mejores logros: doblegar a Stosur, una mujer de 32 años con una mentalidad inquebrantable desde que se recuperó para la enfermedad de Lyme para volver a la élite y que había superado las numerosas interrupciones por la lluvia en el presente torneo. Además, portaba la inercia de ser una finalista reciente en Praga y semifinalista en Madrid.

Pero se descubrió a la mejor Muguruza, la concentrada y agresiva que confía en evitar un nuevo triunfo de Serena Williams en la final, quien venció en la otra semifinal a la neerlandesa Kiki Bertens por 7-6(7) y 6-4. «Hay que estar tranquila, jugar lo mejor que puedas y sin lamentarse», avisó con una sonrisa Muguruza en la Suzanne Lenglen después de ganar a Stosur. «Todas queremos ganar Grand Slams, da igual quien esté delante. Pero si está delante una de las mejores jugadoras da más placer. Es como la final ideal», confío sobre el duelo a mediodía del sábado (15.00 h, Eurosport, Discovery MAX) contra Williams, su verdugo en Wimbledon 2015. Es la Garbiñe que levanta el puño y el ánimo en los mejores torneos porque no son las superficies sino el nivel del evento lo que estimula su ambición y mejor tenis.

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