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Hamilton.
Hamilton agarra la gloria en Abu Dabi
GP de Abu Dabi

Hamilton agarra la gloria en Abu Dabi

El británico vence con autoridad en el GP de Abu Dabi, beneficiado por los problemas de Rosberg, y se proclama campeón del mundo por segunda vez en su carrera

David Sánchez de Castro

Domingo, 23 de noviembre 2014, 02:45

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La temporada 2014 ha puesto su broche final en Abu Dabi, con una espectacular victoria que le ha dado el ansiado segundo título para Lewis Hamilton. El británico se ha encumbrado a lo más alto del campeonato, en un año en el que ha peleado como nunca, y en una carrera en la que se ha visto beneficiado por los problemas que ha sufrido Nico Rosberg. Mientras que al inglés le ha salido todo bien, al alemán se le fue la carrera por culpa de la temida fiabilidad. Al campeón le flanquearon en el podio los hombres de Williams, con Felipe Massa segundo y Valtteri Bottas tercero culminando así el buen final de campaña para la escuadra inglesa.

Ya desde la salida, Lewis Hamilton demostró que no iba a especular. La calculadora se la dejó en el box, y fue a por la victoria: esa era la máxima garantía de título, pasara lo que pasara con Nico Rosberg. El piloto inglés desde el inicio se vio beneficiado por una paupérrima arrancada de su compañero, que se quedó clavado en la parrilla de salida patinando. No hubo discusión: modo Hammer Time puesto, y Hamilton se fue en volandas hacia la victoria y hacia el segundo campeonato del mundo.

Para Rosberg la pesadilla fue in crescendo. Mediada la carrera no sólo se veía fuera de toda lucha por la victoria, sino que además su coche le abandonó cuando menos lo esperaba. Por radio informaba: me quedo sin potencia. Felipe Massa era el primero en aprovecharlo, le quitaba la segunda posición. Sus mecánicos, con un hilo de voz, le informaban de las peores noticias posibles: le estaba fallando el motor eléctrico, el ERS, y estaba perdiendo el tiempo de manera sangrante. Su desesperación era total: constantemente preguntaba qué tenía que hacer para acabar sexto, la última plaza que le podría dar el título en caso de fallo de Hamilton.

Pero no ocurrió eso que Rosberg esperaba. Tanto en boxes como en pista, el inglés hizo lo que debía y no vio peligrar su victoria en ningún momento. El temor de una avería mecánica obviamente siempre estuvo ahí, pero Hamilton administró su ventaja en función de lo que necesitaba y gestionó los neumáticos a la perfección. Hamilton estuvo, simplemente, brillante durante toda la carrera. Incluso renunció a pelear por la victoria con un Felipe Massa que por momentos parecía en condiciones de luchar por el primer puesto, pero el exceso de conservadurismo de Williams, otra vez, le privó de esa posibilidad.

Alonso, noveno y adiós

Esta carrera también fue la última de muchos pilotos en sus respectivos equipos. Fernando Alonso acabó noveno en la que fue su última carrera de rojo, para su propio alivio, después de protagonizar una cita con altos y bajos. Para el recuerdo, su última lección vestido de rojo que, curiosamente, se la dio a uno que podría ser su compañero en 2014. A Jenson Button le enseñó el coche tres veces, pero a la cuarta -y aprovechando un fallo del británico- le arrebató la posición sin problemas.

No obstante, fue un pequeño brillo en una carrera muy en la línea del resto de la temporada. Al final acabó peleando con su propio compañero Kimi Räikkönen por la paupérrima novena plaza, que consiguió al final in extremis. Cuatro puntos al final, gracias al valor doble de Abu Dabi, y una ansiada despedida de Ferrari que cierra así una era menos brillante de lo que se esperaba.

También hay que destacar la actuación de los Red Bull. Los comisarios les excluyeron de la clasificación por llevar un morro ilegal y se vieron obligados a salir desde el pitlane, pero nuevamente la escuadra de las bebidas energéticas se ha crecido en estas condiciones. Daniel Ricciardo y Sebastian Vettel han llevado una estrategia muy distinta al resto, pero que finalmente les dio un buen resultado: cuarto para el australiano y octavo para el alemán, que pone ya rumbo a Maranello para su etapa en Ferrari. Al final, la imagen de la carrera fueron las lágrimas de Lewis Hamilton cuando entró en meta. Fueron la constatación de un año muy sufrido, en el que ha tenido que bregar con un rival que, al final, se ha ido diluyendo poco a poco pero que al principio le puso las cosas muy complicadas. Eso sí, para el recuerdo, la imagen de un Rosberg totalmente hundido pero que sacó fuerzas para ir al antepodio y abrazar a su compañero. La deportividad se impuso a las rencillas en pista, como colofón para la temporada 2014. Ya sólo quedan 112 días para que comience la campaña 2015. Lo mejor está por llegar.

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