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Los jugadores celebran el gol de Morata. AFP
Insípido pero provechoso triunfo de España
EUROCOPA 2016

Insípido pero provechoso triunfo de España

Morata marcó tras un buen balón de Koke para estrenarse como goleador en el fase más acertada y combinativa de ‘La Roja’

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 27 de marzo 2015, 01:10

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Una España que arrancó brillante y terminó dubitativa superó a Ucrania tras encontrar durante algunos minutos la dosis del buen fútbol que parecía olvidado desde Brasil y gracias a ello se impuso a un rival al que ahora toma la delantera en la carrera hacia la Eurocopa 2016. Abrió el camino un tanto de Morata, que estrenaba dorsal de goleador y consiguió al tercer partido, tras 129 minutos, su primer tanto con La Roja. Con el botín en el zurrón, se relajó, pasó apuros y acabó agradeciendo que el duelo acabase cuanto antes. La selección fue como un espumoso de relumbrón, virulento en el inicio e insípido al final. Arrancó bien, se due diluyendo, empezó a sestear, jugó con fuego toda la segunda mitad y acabó mirando el reloj para recoger e irse a casa.

Del Bosque apostó de inicio por mezclar por vez primera a Isco junto a Iniesta con Silva por detrás de Morata. El plan parecía perfecto para desatacar una defensa cerrada, ya que el rival traía el aval de haber recibido sólo un gol en cuatro partidos de clasificación. Ucrania salió a defender con contudencia, pero España encontraba huecos sin precipitarse, gracias a que Koke y Busquets movían con criterio la bola hacia la línea de los tres mediapuntas. A balón parado los ucranianos mostraron su fortaleza, si bien les faltó acierto en la ejecución para haber acertado cuando el duelo estaba igualado.

En el arranque Isco y Morata le pusieron mucha voluntad para demostrar por qué se han colado en un once repleto de mundialistas. La primera combinación entre Isco, que cuenta con el público entregado desde antes de tocar la bola, y Silva, dejó al canario ante el portero, pero marró la intentona. La línea de tres tocaba esperando la movilidad de Morata, que tras recibir un pase filtrado completó un disparo cruzado y mordido. Isco aparecía, pero a veces se adornó con los regates a rivales en la frontal del área. En una de esas ocasiones que se quedó sin ángulo para el disparo, el rechace le llegó a Koke, que obligó a Pyatov a mostrarse de nuevo. Isco disparó desde lejos, generando cierto optimismo antes de que Rotan provocase el pánico en el Pizjuán. Su zurdazo se fue junto al palo. Y así, cuando estaba la grada quitándose el susto, llegó el gol español. Koke filtró un pase para Morata, que se plantó ante Pyatov al ganar la carrera al central y su disparo rozó en él y le superó por alto. Un tanto con suerte, es verdad, pero que premia su esfuerzo y la confianza de todos aquellos que han ido apostando por él jugase o no en el Real Madrid.

Ucrania entristeció, por el gol y por perder a Zozulya por lesión. Su recurso era el balón parado y las carreras por banda, pero Alba y Juanfran sujetaron a Yarmolenko y Konoplyanka sin grandes apuros. Pudo ser aún peor, porque Sergio Ramos, en su décimo aniversario con La Roja, estrelló un cabezazo en el larguero. Su presencia provocaba entusiasmo, y la de Iniesta cara de asombro. El manchego, en los peores números de su carrera, disfrutó asociándose, tocando, pasando, driblando, en un rol distinto al que tiene en ese Barça de vértigo en el que no termina de sentirse cómodo. En la segunda mitad España entró al campo con bostezos y la consecuencia es que Ucrania se metió en el partido. Empezó a llegar, primero con sus armas del balón parado, y después buscando las bandas con Yarmolenko y Konoplyanka y la movilidad de un Kravets que provocó inquietud entre los centrales. Pudo haber igualado el partido en un error de Casillas, inseguro, pero que puso un par de manos que evitaron el gol aunque no la taquicardia. Luego el meta estuvo firme en la mejor ocasión visitante, cuando tras una buena asociación la bola le quedó en el área a Kravets como si fuese un penalti ante el meta madridista, que repelió de puños un remate muy centrado. Iker, jaleado por una grada incondicional que no paró de animar pese a la falta de intensidad de los suyos, parece no tener la confianza de antaño para blocar y opta por el recurso, válido, del despeje.

Para esas alturas Del Bosque había metido a Pedro en el campo, colocando de referencia. Ese falso 9 que usó con un Cesc que ha perdido su status, ya que Cazorla fue el elegido para dar aire a un Iniesta que se fue apagando, como el resto del centro del campo. La lesión de Alba obligó a Del Bosque a poner en el campo a Bernat para el cuarto de hora final. Tymoshchuk lo intentó desde lejos pero fue Cazorla, el mejor en el rato que participó, el que rozó el gol en un zurdazo que mereció el tanto, pero Pyatov sacó una mano mágica junto al poste. La afición se fue para casa con un regusto extraño, ese que deja cualquier espumoso cuando lo bebes una hora después de haberlo descorchado. Es el mismo que al inicio de la noche, pero mucho más insípido.

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