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Roman Abramovich, dueño del Chelsea.
Abramovich acudió a Cobham a pedir una reacción a la plantilla
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Abramovich acudió a Cobham a pedir una reacción a la plantilla

Sólo algunos de los ayudantes de Mourinho se pasaron a decir adiós un día después del acuerdo con el ruso, que ahora negocia la llegada de Hiddink

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 18 de diciembre 2015, 18:29

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El Chelsea ha tocado fondo. Al menos así lo entiende su propietario, que tras despedir a José Mourinho el jueves, acudió personalmente el viernes a ver a sus futbolistas para conseguir una reacción inmediata. Mientras que todo el país, hasta el primer ministro británico David Cameron, hablaba de los 10 millones de libras (13,8 de euros) de penalización por el despido, el magnate ruso movió ficha. Abramovich lo intentó todo para mantener el cargo a Mourinho, cuyo balance en la entidad era espectacular en cuanto a números (204 victorias en 321 partidos y sólo 48 derrotas) pero algunos jugadores estaban hartos. «El Chelsea está en problemas y los resultados no son buenos. También hay una discordia palpable entre el entrenador y los jugadores, y sentimos que era el momento de actuar. La salida de Mourinho se hace para proteger los intereses del club. El Chelsea está a un sólo un punto de la zona de descenso y eso no es suficiente para un club como el nuestro. Estamos en problemas. La gente tiene que entender que este grupo de jugadores es prácticamente el mismo que el que ganó la temporada pasada Campeonato y Copa de la Liga», reconoció Michael Emenalo, director técnico del Chelsea

Junto a Marina Granovskaia, la directora general del club y mano derecha de Abramovich, Emenalo es otra de las personas de la máxima confianza del ruso, que rompiendo su proceder habitual se presentó en las instalaciones de entrenamiento en Cobham para arengar a la plantilla. Un mensaje corto en el que pedía una reacción, un cambio de actitud con el que sacar de la situación actual al equipo. No les exigió ganar la Champions, ni la FA Cup ni siquiera colarse entre los puestos que conducen a competición europea. Sólo una mejora, sacar al equipo de la zona baja y competir por el club. El magnate ruso, después de ver la sesión, incluso charló personalmente con algún peso pesado de la plantilla. «Están muy comprometidos y han dado cuerpo y alma cuando el club los ha necesitado. Ellos hicieron lo que el entrenador les pidió que hicieran. Es su responsabilidad mostrar ahora su nivel para hacer crecer al club. Y creo que eso es lo que tratan de hacer».

Los peores números de Mou

Los futbolistas habían llegado con gesto serio a Cobham pensando que quizá Mourinho pasaría por allí a despedirse, aunque el luso y sus ayudantes (Rui Faria y Silvino Louro) estaban bastante afectados pese a que el acuerdo de salida es muy beneficioso. Su entorno más cercano explica que en el acuerdo está incluído que sólo percibirán su salario hasta el final de esta temporada. El resto de lo firmado sólo en el caso de que Mourinho no trabajase para otro club y en ese caso el pago será mensual. Les duele más haber vuelto a salir de un club con el mismo equipo que fue campeón hace unos meses, pero que lleva esta campaña un 44% de derrotas (11 partidos), 20% de empates (5) y sólo 36% de victorias (9). Los peores números como técnico desde que el luso comenzara hace 16 años en Portugal. «No sabía que era tan bueno. Doy todo lo que tengo, a veces quizás doy demasiado. Y en ocasiones soy demasiado emocional, dijo al canal BT el jueves en una entrevista grabada antes de que se confirmase su salida.

Este fin de semana será Steve Hollland, que ha sido asistente con Vilas-Boas, Di Matteo, Benítez y Mourinho, el que haga la alineación ante el Sunderland, penúltimo clasificado, en un Stamford Bridge que probablemente recrimine a Abramovich y jugadores la salida de Mourinho, al que venian apoyando pese a los malos resultados.

Se espera que Guus Hidink, que está en Londres negociando su fichaje, pueda estar trabajando ante el Watford en un boxing day en el Bridge sin Mourinho. «Quiero tener una buena idea de la situación antes de tomar una decisión. Quiero tener tanta información como sea posible. El Chelsea está en mala posición y existen razones para ello. Que asista o no a su próximo partido dependerá de nuestra primera conversación. Luego decidiré si me quedo más en Londres», dijo Hiddink, de 69 años, a De Telegraaph.

El Chelsea ocupa la 16ª posición, un punto sobre la zona de descenso y 20 por debajo del líder, el Leicester, por lo que la situación es mucho peor que cuando llegó en febrero de 2009 tras la destitución de Luiz Felipe Scolari y hasta el final de una temporada en la que ganó la Copa. Además, llegó a semifinales de la Champions, donde fue eliminado por el Barcelona con un polémico arbitraje del noruego Ovrebo.

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