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Pedro Luis Alonso
Jueves, 11 de diciembre 2014, 01:44
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De menos a más en sus prestaciones, en un partido marcado por las apreturas en el tanteo, el Clínicas Rincón encadenó dos triunfos por primera vez esta temporada. A la estupenda victoria lograda en Palma de Mallorca se le unió la de anoche, y de pronto el equipo malagueño, que sigue colista de la LEB Oro, sueña con otras metas. Empieza a afianzarse la tesis de que en estas plantillas jóvenes la tendencia es siempre ir a mejor durante el curso.
En un duelo atractivo entre dos de los mejores clubes de cantera del panorama nacional, el Joventut se impuso al Unicaja o, lo que es lo mismo, el Prat al Clínicas. El partido comenzó frío, demasiado frío. El Clínicas Rincón solo anotó cuatro canastas en juego en el primer cuarto, y pese a ello seguía metido en el encuentro (10-17) al final del mismo frente a un Prat en el que Nikolic, que no formó en el quinteto inicial, fue su mejor activo, con seis puntos.
Claves
En el segundo cuarto el cuadro malagueño continuó por debajo en el marcador todo el tiempo, pero llegó a ir reduciendo su desventaja hasta un 27-28 cerca del descanso, pero varias acciones buenas ofensivas del filial del Joventut colocaron de nuevo cierto margen tranquilizador para marcharse a los vestuarios. Una de las claves de la diferencia estaba en el rebote ofensivo, claramente dominado por los visitantes (trece capturas frente a cuatro). El buen papel de Guillén y de Soluade en la dirección era insuficiente, mientras que Karahodzic estaba muy solo en la faceta de recoger rechaces.
En el tercer parcial emergió la figura de Alfonso Sánchez, escudero de Guillén en la anotación. La insistencia del Prat en el tiro exterior, con muy pobres porcentajes, permitió incluso al cuadro local ponerse una vez por delante en el tanteo (48-47), y ajustar mucho el resultado (53-55).
El desenlace apretado parecía seguro. Un parcial de 8-0 al comienzo del último periodo, coronado con dos triples de Sabonis y Rubén Gutiérrez, le dieron la vuelta al choque. Reaccionó el Prat, que no quiso dar su brazo a torcer, pero llegaron los mejores instantes en el equipo que dirige Francis Tomé: un triple de Romaric, una canasta en contragolpe de Soluade y otro acierto de tres del base certificaron un triunfo más que trabajado frente a un equipo catalán que asistía perplejo a cómo se le escapaba un choque que había tenido dominado en más de sus tres cuartas partes.
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