García Montero resucita la poesía como forma de «resistencia»
'Balada por la muerte de la poesía' muestra que, con la desaparición de la lírica, «muere algo superior a un género literario, muere una parte fundamental del ser humano»
Francisco Griñán
Miércoles, 4 de mayo 2016, 00:37
Está cansado de escuchar que la poesía ha muerto. Por eso decidió darle el golpe de gracia a los versos y asistir a su funeral. ... Y desde ahí recordarla con otros asistentes al velatorio, como Jorge Manrique, Rubén Dario, Leopardi, Baudelaire, Lorca y Anna Ajmátov. «Son malos tiempos para la lírica», resume Luis García Montero (Granada, 1958) recordando al gran Bertolt Brecht. Pero en ese duelo que lleva por título Balada por la muerte de la poesía (Visor), el autor y sus acompañantes toman conciencia de la necesidad de «resucitar» la lírica «como forma de resistencia» ante esa «sociedad mercantilista» en la que prima el «usar y tirar». Una reivindicación que ayer se convirtió en uno de los actos la jornada dedicada a la poesía en la Feria del Libro.
Balada por la muerte de la poesía, cuyos versos están ilustrados con dibujos del pintor granadino Juan Vida, muestra que, con la desaparición de la lírica, «muere algo superior a un género literario, muere una parte fundamental del ser humano». «Renunciar a la ciencia o la técnica es de cretinos», aseguró el poeta que, no obstante, añadió que «hay momentos en la vida en la que necesitamos los versos para entender nuestra dimensión humana y nuestra propia identidad, porque la poesía habla de nosotros mismos».
Del mismo modo, García Montero comentó que las ciudades son más que «piedras y edificios», «son miradas» por lo que con la muerte de la poesía también desaparecería el París de Baudelaire, el Buenos Aires de Borges o la Granada de García Lorca. «Sin la memoria nos sometemos al tiempo entendido como el instante y en el que solo tiene sentido el consumo inmediato», reincidió el autor en esa idea de la sociedad de «usar y tirar» contra la que se posiciona la poesía y la literatura.
Ese triunfo de la ciencia sobre las humanidades también ha relegado la docencia de la lírica en las aulas. «La Educación castiga la poesía», dijo tajante el escritor y profesor que puso de relieve el modelo de enseñanza «técnica e informativa» frente a la formación de los valores.
La jornada dedicada a la poesía también contó con la presentación de varios libros ganadores de galardones literarios, como Mar negro, de Xavier Guillén (Certamen Andalucía Joven de Poesía); Ser el canto, de Vicente Gallego (Premio Generación del 27, y Nada extraordinario de Juan Bello (Premio Poesía Emilio Prados).
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión