Lola Dueñas: «Es absurdo que se critique a Trueba, yo también me siento de ninguna parte»
La actriz e marchó a Francia hace cuatro años para poder ejercer como actriz en un viaje que para ella no tiene vuelta atrás. Ahora visita Málaga como madrina del Festival de Cine Francés
Regina Sotorrío
Sábado, 7 de noviembre 2015, 00:34
Empezó siendo una aventura loca, pero con la calma que da el tiempo se ha convertido en una relación estable. «El viaje que he emprendido ... no tiene vuelta», dice. Lola Dueñas habla de Francia, país en el que se instaló hace cuatro años sin ni siquiera saber el idioma para hacer lo que aquí no podía: rodar. Y lo consiguió: Les femmes du 6ème étages, La pièce manquante, Tiens-toi droite, Aleluya y, muy pronto en las carteleras francesas, Les ogres. Una trayectoria que le ha valido el reconocimiento del XXI Festival de Cine Francés de Málaga, que ayer le entregó el premio Guiño de Honor y le dedicará una retrospectiva. La entrega del galardón inauguró anoche una nueva edición del certamen que organiza la Alianza Francesa y dirige Hédi Saïm, una cita en la que se proyectarán hasta el 13 de noviembre y en diferentes sedes (Albéniz, UMA, Pompidou, La Térmica) 24 títulos, ocho de preestreno: desde el filme seleccionado para representar a Francia en los Oscar (Mustang) hasta cintas que han pasado por Cannes (Une historie defou) y la Berlinale (La religieuse).
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Parece que su idilio con el cine francés no es una aventura pasajera, que ha llegado para quedarse.
Es que hay un problema. Cuando emprendes este viaje, te vas sin saber cómo va a ser pero ahora llevo tres meses en Madrid y no me encuentro.Y me di cuenta de que el viaje que he emprendido no tiene vuelta. ¡Y es una putada! Es bonito...
Pero es duro también.
Sí, piensas: «Ya no tengo marcha atrás». Tengo ya mi vida allí hecha. Aunque luego me quiero ir a Buenos Aires para hacer teatro.
¿Y eso?
Me ha llegado un proyecto maravilloso que estoy deseando contar, pero debo ser prudente.
¿Es una necesidad personal volver al teatro?
Lo hago para aprender. En el cine trabajas solo una parte de ti. El teatro es una lupa gigante, en el que sale un mal actor y lo ves al momento. Lo tengo que hacer, además, porque le he cogido mucho miedo y me lo tengo que quitar. ¡Y para eso es mejor irme lejos! (risas). Yo empecé en teatro hace 17 años, es ridículo que le tenga ahora este miedo. Me han ofrecido cosas muy bonitas en España y nos las he hecho por ataque de pánico.
El de Málaga no es el primer reconocimiento que recibe por sus papeles en el cine francés. ¿Se siente allí más valorada que en casa?
Yo me siento muy querida aquí cuando vengo, sería injusto decir lo contrario. Es verdad que allí tienes sensación de que construyes sobre el trabajo ya hecho, que lo anterior vale y cuenta. Aquí parece que estás empezando de cero todo el rato, y llega a ser descorazonador. Te agota.
¿Recomienda entonces a sus compañeros que hagan las maletas?
No, eso es muy personal. Yo era una enamorada del cine francés, pero mis compañeros a lo mejor no. Hace cuatro año sí es verdad que dije «¡vámonos todos y vamos a seguir rodando!», porque me di cuenta de lo que se venía encima. Pero después de cuatro años viviendo allí, me doy cuenta de que es un camino muy personal.
Hay que hacerlo muy convencida.
Tienes que estar muy convencida de que quieres rodar.
Pese a dos Goyas y una sólida trayectoria, ¿no podía rodar aquí?
No yo, todos. Directores talentosos también, todo el mundo. Aquí se ha pasado muy mal.
Marcharse también implica empezar de cero.
Empezar de cero totalmente, pero como soy una viciosa me encanta. Y luego además, me fui súper mayor, soy una loca. Muchas gente me decía «¿pero tú a dónde vas que tienes 39 años?». Y yo como nunca me he sentido de mi edad, pues me piré sin hablar francés. Ha sido increíble.
Pero, como ha dicho en la rueda de prensa, si las cosas hubieran estado mejor, no se hubiera ido.
Claro que no, tengo aquí a todo el mundo que quiero. Pero me alegro porque la experiencia que estoy viviendo es alucinante. Llegar sola a otro país y hacerte una vida, te abre mogollón la cabeza. Y eso sí se lo recomendaría a todo el mundo.
¿Qué le parecieron las críticas a las palabras de Fernando Trueba al recoger el Premio Nacional de Cine?
¿Lo de que no se sentía español? Yo tampoco. ¿Por qué no va a decir ese señor cómo se siente? Es absurdo. Me parece muy bien la gente que no se siente de ninguna parte, como yo. Y no es que vaya en contra de mi país, eso es retorcer la historia. ¿Por qué tenemos que decidir qué tiene que sentir alguien? Se me escapa toda esa movida. Sobre todo porque para mí, el lugar de nacimiento es cuestión de azar. ¿O han elegido los sirios nacer en Siria? Si pudiésemos elegir el país de nacimiento, a lo mejor la mitad no estábamos aquí.
Siempre se dice que tenemos que aprender de Francia, ¡también le podremos enseñar nosotros algo!
Claro que sí, pero en lo que se refiere a la cultura, no. Para ellos es sagrada y eso lo cambia todo. Hay la energía de hacer, y yo me marché muy triste porque no la encontraba aquí. Y en Buenos Aires, que no tienen ni un duro, la tienen. No es solo cuestión de dinero, sino de apoyos.
¿Qué espinita le ha quedado del cine español?
A ver... nunca he rodado con una mujer directora;y lo he hecho con muchas en Francia. Y me gustaría repetir con todos los que ya he rodado, ¡qué vicio tengo!
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