Bea Millás: «Kiefer Sutherland traía la guitarra y se echaba un cantecito»

El Eurotúnel no es sólo su casa móvil en los últimos meses, sino que además es el eje argumental de este thriller en el que dos policías, un veterano inspector inglés y una brusca detective gala, intentan dar con un asesino en serie que siembra el terror a ambos lados de las vías. «Ya hasta chapurreo francés», señala Millás que, además del español domina el inglés y el alemán. Con el protagonista, Stephene Dillane, más conocido por su papel de Stannis Baratheon en Juego de Tronos, solo necesita el inglés ya que se entiende a las mil maravillas: «Siempre consigue sacarme una sonrisa».

Si sus manos le abrieron las puertas de los rodajes, el don de lenguas fue su pasaporte más allá del cine español. De hecho, Millás se diplomó en Alemania en caracterización que define a la perfección su trabajo ya que ayuda a crear personajes más allá del maquillaje y peluquería y comenzó a trabajar en Málaga en publicidad o en producciones como Torrente 2: Misión en Marbella (2001), donde estuvo a las órdenes del «maestro» José Quetglas. En 2002 apareció en su filmografía la diseñadora de maquillaje Sue Wyburgh, una «virtuosa» con la que se entiende y forma equipo cada vez que puede.

Bea Millás es de las pocas personas del equipo de rodaje que tiene contacto directo con los actores. Y se ve que hasta se relajan cuando entran en la caravana de maquillaje. «A veces están tan cansados que se me quedan dormidos cuando les maquillo y tengo que pedirle a algún colaborador que les sujete la cabeza», confiesa la profesional, que recuerda con especial cariño el rodaje de Shadows in the Sun (2009), en el que conoció a Jean Simmons. «Se nos pasaba el tiempo volando, era como estar cerca de mi madre», recuerda Millás sobre la legendaria actriz que, precisamente, se despidió del cine con esta película y este inolvidable rodaje dentro y fuera de la pantalla.

En su década y media empolvando la pantalla, la malagueña ha trabajado con el pelirrojo Damian Lewis, protagonista de Homeland y al que recuerda achicando agua un día que una lluvia torrencial inundó el set de maquillaje, o con el escurridizo Jack Bauer de la serie 24, Kiefer Sutherland, que curiosamente es «bastante tímido», aunque «le gustaba quedarse en nuestro departamento, nos buscó un equipo de música para ponernos sus canciones preferidas y incluso algunos días se traía la guitarra y se echaba un cantecito». Dos ejemplos de que en los dominios de Bea Millás se vive incluso otra película. «Todos los que pasan por mi silla se convierte en alguien especial», resume esta profesional que recibe actores para convertirlos en personajes. Y amigos.