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Luis Tosar y Mario Casas, durante el rodaje de una escena la semana pasada en Torremolinos.
Mario Casas busca confesionario

Mario Casas busca confesionario

Tras la negativa de la Catedral, los productores de ‘Toro’ negocian el rodaje en una parroquía «cofrade y señera»

Francisco Griñán

Miércoles, 4 de febrero 2015, 02:03

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Llegaron a convocar un casting. Mandaron cartas a todas las cofradías de Málaga buscando casa hermandad para el rodaje de algunas de las escenas del thriller Toro. Pero la convocatoria no encontró muchos voluntarios. Entonces se barajó el rodaje en la Catedral de Málaga, aunque la respuesta final fue un no. Pero ya se sabe que Dios cierra una puerta, pero abre una ventana. Y así, el Obispado abogó por algunos de los templos «cofrades y señeros» del casco histórico para esta filmación en la que, según exigencias del guión, el fariseo encarnado por José Sacristán muestra su perfil de sepulcro blanqueado. Según ha confirmado SUR, los productores de Toro negocian en estos momentos la filmación en una parroquia, en la que también pasarán por el confesionario los otros protagonistas del filme, Mario Casas y Luis Tosar.

Aunque el rodaje comenzó la semana pasada en Torremolinos y en los próximos días recalará en Málaga, el escenario final para las escenas de ambientación religiosa aún no se ha cerrado. No obstante, el sacerdote y responsable de comunicación en el Obispado de Málaga, Rafael J. Pérez Pallarés, que lleva las conversaciones con la propia productora de la película, Apaches Enterteinment, explica que, aunque se consideró que la Catedral no era una localización idónea para la película, «los informes son positivos» y por ello están colaborando para su filmación en el interior de otros templos del casco antiguo.

Las secuencias para las que se busca una parroquia con vinculación cofrade tiene su origen en el personaje de José Sacristán, un mafioso que ha conseguido limpiar su pasado y situarse en la sociedad malagueña, donde incluso ostenta un puesto de honor en una hermandad. Un doble perfil que también mostrará en estas escenas que, a juicio del portavoz del Obispado, «no plantea mayores problemas» desde el punto de vista argumental. «Recientemente se rodó un cortometraje que podía ser más delicado en la iglesia de San Juan sobre la guerra civil», señaló a SUR Pérez Pallarés que añadió que la última palabra la tiene el párroco. «Se está negociando y en unos días tendremos la respuesta», añadió.

Encargo religioso

Un imaginero muy vinculado con la Semana Santa, el escultor Juan Vega, tiene además el encargo del director de Toro, Kike Maíllo, de crear una talla específicamente para la película. «Me pidió una obra con unos rasgos muy concretos», explicó ayer el autor, que no obstante guarda secreto de confesión sobre las características de la pieza, de la que sólo avanza que se trata de una virgen. Vega, responsable del grupo escultórico de Azotes y Columna de Fusionadas, confiesa, eso sí, que el de esta película es el pedido «más curioso» que le han hecho nunca.

La talla de Juan Vega tendrá una vinculación muy especial con el personaje de José Sacristán, que se incorporó al rodaje el pasado lunes. No obstante, el actor volverá probablemente a Madrid el fin de semana para asistir el sábado a la gala de los Goya, ya que es candidato por Magical Girl. Y regresará de nuevo a Málaga por un doble motivo: para el rodaje y para la representación de la obra Caminando con Antonio Machado, el próximo lunes en el Teatro Cervantes.

Mientras se confirma la localización para las escenas de ambientación religiosa de Toro, Mario Casas y Luis Tosar andan esta semana por Benalmádena. Concretamente por otro templo aunque de carácter pagano: el Casino Torrequebrada donde sus personajes hacen de las suyas entre fichas, naipes y mesas de blackjack. Seguro que allí comenten algún pecadillo del que confesarse.

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