«Lo de irse a Hollywood es puro cuento. Le pasa a dos o tres nada más»
El actor más taquillero del cine español protagoniza 'Toro', una película que rueda en Torremolinos junto a su «admirado» Luis Tosar
Francisco Griñán
Martes, 3 de febrero 2015, 00:29
No es fácil llegar a él. Más que nada porque siempre está rodeado de seguidores/admiradores o de personal de seguridad. Pero en el vis ... a vis, Mario Casas (A Coruña, 1986) transmite una imagen muy diferente al retrato mediático que persigue al actor más taquillero del cine español. Cercano, natural y con una humildad que no parece impostada. Ya no es aquel jovenzuelo que llegó a Málaga para debutar con Antonio Banderas en 'El camino de los ingleses' (2006), pero no oculta que todavía es un actor en proceso de (auto)construcción. Se le ve el esfuerzo por quitarse la herencia televisiva y lo hace aceptado retos como el de enfrentarse a su «admirado» Luis Tosar. Como el título del filme que rueda en Torremolinos y Málaga, 'Toro', Casas tiene mucho de bravo y de talento natural.
¿La foto que colgó en Twitter hace unos días luciendo músculos es real?
Y tanto, aunque si llego a saber que iba a tener tanta repercusión no la cuelgo. Con las redes sociales nunca se sabe lo que va a pasar.
¿Tan fuerte hay que ponerse para rodar 'Toro'?
Era una simple foto en un gimnasio de Málaga, en plena preparación física y se han quedado con eso, pero lo importante es el personaje, su oscuridad, la relación con su hermano, los años en la cárcel... Pero me hice la foto, la colgué... Ahora no lo haría, porque estas cosas me dan mucho corte.
Pues hablemos de Toro, un tipo difícil a juzgar por el tatuaje del brazo: «Mi cárcel es mi carácter».
Bueno, es que voy todo tatuado y en los nudillos llevo escrita la palabra Toro. En una escena de la cárcel se me verán todos los tatuajes del cuerpo. Y no es gratuito, porque con el director Kike Maíllo hemos buscado que todo tenga un significado y sea el reflejo de un tipo oscuro que no ha tenido buena vida. Es una película de acción, pero también de personajes.
¿El mote 'Toro' de dónde viene?
Llevo en la espalda el tatuaje de la cabeza de una res y el nombre se lo pone el mafioso que encarna José Sacristán cuando siendo más niño el personaje llega a Andalucía y empieza con los atracos. Lo de Toro habla de un tipo que, si lo dejas libre en el campo no hay problema, pero si lo metes en el ruedo va a ir a por ti. Por donde pasa, mi personaje embiste.
Esta película une al actor más taquillero del cine español, usted, y al que más premios tiene, Luis Tosar. ¿Intimida o motiva la compañía?
Un actor con su carrera y su trayectoria te podría intimidar, pero Luis es tan normal, campechano y buen compañero que todo lo hace más fácil. Una de las cosas por las que hago esta película es por trabajar con uno de los mejores actores que hay en España. Siempre he sido su admirador y sabía que iba aprender mucho a su lado.
Por cierto, ¿me confirma que la vara del director Kike Maíllo en el rodaje no es para pegar a los actores cuando se equivocan?
Noooo, que va, si es un amor. La verdad es que no se lo he preguntado, pero lo agarró en los ensayos y creo que lo ha tomado como un amuleto, un talismán. Como director es un tipo abierto y te transmite armonía. Estos primeros días me ha sorprendido, porque tenía una escena con Ingrid García Jonsson en el toro de Osborne de Fuengirola y nos hizo improvisar durante unos cuarenta minutos. Por cierto, desde allí arriba se ve toda la Costa y es espectacular.
¿Qué le parece más complicado, lidiar un Mihura o las legiones de fans que lo persiguen?
Ja, ja... Lo de torear nunca lo he hecho, pero ahí te juegas la vida.
El problema es que usted, además de fans, arrastra hinchas...
Las seguidoras son un amor, aunque es muy difícil estar saludando todo el tiempo cuando estás trabajando e intentando mantener la concentración. El otro día, cuando acabamos, salí a saludar, pero claro no sé si es peor porque no te puedes hacer fotos con todos. Pero es impagable que uno venga a Torremolinos a rodar y que se vuelquen cientos de personas.
Eso de ser el más taquillero le ha convertido en un actor muy demandado, aunque a veces se le ha tratado con desdén por esa popularidad.
Yo empecé con 'Fuga de cerebros', 'Mentiras y gordas' o '3 metros sobre el cielo', y ese es mi camino, no puedo escoger otro. Uno tiene que estar agradecido de esa oportunidad, porque es lo que después me ha permitido trabajar con Alberto Rodríguez ('Grupo 7'), Álex de la Iglesia ('Las brujas de Zugarramurdi') o recientemente 'Palmeras en la nieve'. Las películas más comerciales me han colocado, ahora que soy más mayor y tengo 28 años, ante un cine más adulto y la capacidad de escoger. Pero de todas formas, no hay tanto trabajo.
Pues si Mario Casas dice que no tiene tanto trabajo...
Pues te lo aseguro yo y cualquier artista con el que hables. Hace año y medio pasé ocho meses sin tener proyecto en España. Tuve la suerte de que me salieron dos películas en el extranjero, 'Los 33' en Colombia y 'Eden' en Malasia, pero no hay tantas producciones aquí. En la televisión se están haciendo miniseries con muy buena calidad, un formato que me gustaría hacer. Una serie para dos o tres temporadas, me costaría un poco. En el cine no ha habido tantas películas, pero hemos vivido un gran año porque han funcionado muy bien.
Pero usted está haciendo personajes diferentes y está eligiendo.
Dentro de esos pocos proyectos que me llegan, me ofrecen personajes ya relacionados con lo que he hecho, pero no quiero hacer lo mismo siempre. Con 'Toro', 'Ismael' o 'Palmeras en la nieve' estoy intentando hacer cosas distintas y esos retos son los que me permitirán que en el futuro, si tengo un camino como el de Luis (Tosar) y el culo pelao como él, pueda hacer papeles todavía más distintos.
¿Qué supuso el premio de interpretación del Festival de Málaga?
Es una pena que aquel gran proyecto, 'La Mula', se quedara en una bomba de humo. Al menos, Málaga me dio el premio al mejor actor y fue emocionante. Es la única vez que se me han saltado las lágrimas.
La «asignatura pendiente»
El año está plagado de citas electorales. ¿Le llama la política?
Claro que me interesa. Hay mucha incertidumbre con los partidos nuevos que están apareciendo, pero me parece interesante que la gente tenga más variedad para votar y no sean solo los dos partidos principales. Aunque lo importante es que cumplan lo prometido y luchen por las personas.
'Toro' es también su vuelta a Málaga, donde filmó su primera película: 'El camino de los ingleses.
He vuelto a trabajar con Banderas en 'Los 33' y en el rodaje me decía: «Me acuerdo de que eras un niño y ahora estás hecho un hombre y vamos a trabajar otra vez juntos». Me ha tratado igual que en aquel rodaje en Málaga y me ha cuidado mucho, porque para mí era un proyecto difícil, interpertar en otro idioma, con actores internacionales y metidos en una mina. Fue intenso, pero él me cogió como a un hermano pequeño y hemos hecho ese viaje juntos. Estoy deseando que vuelva a dirigir una película. ¡Ojalá me llame!
¿Qué tal con el inglés?
Ahí voy. Intento trabajar mucho y currarme los personajes en inglés, pero es una asignatura pendiente.
¿Le ha servido para perder el miedo a Hollywood?
Lo veo lejos. Eso de irse a Hollywood es puro cuento. Otra cosa es que hagas un filme que dé en la diana y que un productor o director se fije en ti. Pero eso le pasa a dos o tres nada má.
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