Concerto Málaga crea escuela

El Ayuntamiento concede a la fundación una superficie de 2.030 metros cuadrados en la calle Arturo Toscanini, un nombre «premonitorio», como resaltó De la Torre. En los terrenos ubicados en la vía dedicada al director de orquesta italiano, se construirá en tres fases un colegio que abarcará desde infantil hasta perfeccionamiento artístico y una sala de conciertos con capacidad para 350 y 450 personas. El plazo de la concesión de los terrenos, con una calificación de equipamiento educativo, es de 35 años sin canon, ya que la gestión de los mismo será sin ánimo de lucro. La primera fase, con una inversión prevista de 498.000 euros a cargo de la fundación, se ejecutará en dos años entre el proceso de tramitación y las obras, que esperan poder comenzar a principios de 2018.

Desde hace años, Concerto Málaga se ha distinguido por investigar, rescatar y divulgar música española desconocida u olvidada en los programas de los conciertos. Una labor desarrollada desde lo artístico que ahora quieren trasladar a lo educativo. La primera fase del proyecto contempla la construcción del Collegium Musicum, una escuela que aspira a convertirse en una «referencia de la música de cámara española en la investigación, pedagogía e interpretación», resaltó José Manuel Gil de Gálvez, concertino de la orquesta y presidente de la fundación. Un campo de la música que se valora y aprecia en el extranjero, «pero de la que no existen centros específicos» aquí.

Centro de investigación

El colegio incorporará un centro de investigación con una cátedra científica especializada en la música española, que podrá albergar desde un máster a estudios en colaboración con diferentes universidades. Además, formarán a los futuros músicos desde los tres años (el nivel con el que empezarán a funcionar) conforme a un programa educativo propio. Reivindican la forma de entender y hacer música del intérprete mediterráneo y andaluz. «Siempre nos hemos fijado en Alemania y Rusia, pero cuando ya hay un nivel de perfeccionamiento en músicos de esta tierra podemos poner nuestro sello», indica el concertino.

El Collegium Musicum, con unos 800 metros cuadrados, contará con dos plantas de aulas y un anexo que servirá de sala de ensayos y estudio de grabación, con un cierto toque industrial. También hará las veces de pequeño auditorio provisional hasta que, en la tercera fase del proyecto, se ponga en pie el definitivo. Este tendrá capacidad para entre 350 y 400 butacas que rodearán a un escenario central, al estilo del auditorio del Museo del Violín de Cremona. «De esta forma la conexión con el público es más cercana. Para nosotros lo importante no es solo la exhibición de la música sino la atmósfera que se crea entre los músicos y el público, el hecho artístico», detalla Gil de Gálvez.