Integración sin palabras
Lorena tiene Síndrome de Down y no habla demasiado. Se comunica sobre todo con gestos y miradas, un lenguaje propio que salta a las tablas de Microteatro Málaga
Regina Sotorrío
Sábado, 14 de enero 2017, 00:27
Lorena Mérida no habla demasiado, «pero se hace entender perfectamente». Su lenguaje no son las palabras, son las miradas, las expresiones de la cara, los ... gestos del cuerpo... En un momento del encuentro, ella cierra el puño y lo acerca hacia quien escribe para chocar las manos. «Eso es que le has caído bien», dice su madre Loli Postigos. El actor Jamp Palô lo corrobora. Él ha logrado descifrar cada uno de sus guiños y señas, se ha convertido en su confidente en los silencios. Y ahora también en su cómplice en el escenario. El actor antequerano y la joven malagueña con Síndrome de Down, de 28 años, protagonizan una pieza teatral breve cada domingo de enero en Microteatro Málaga. Una demostración de que la incapacidad está solo en el ojo de quien mira. «Porque ellos son capaces de esto y de muchas otras cosas», añade el actor y director, también profesor en la asociación Down Málaga.
En Bella, de la compañía LaDuermevela, «todo lo que sucede es real». Y nunca una función es igual a otra. La pieza se basa en el contacto, en el teatro cuerpo a cuerpo: sobre una coreografía de base, Lorena reacciona a las señales de Palôy él hace lo propio con las expresiones de ella. Más de una vez es Lorena quien fija las pautas, «quien marca por dónde quiere ir». Palô entonces se deja llevar y sorprender «con cada cosa nueva» que ella le transmite.
Lo acaba de hacer hace unos minutos en la representación que improvisan para SUR. «Vamos a bailar, ¿vale?», le dice él al empezar. De fondo suena El Verano de Vivaldi (en cada función, el público elige qué estación quiere escuchar). En un momento dado, en una de las figuras establecidas en su coreografía corporal, Palô tiene que levantarse, pero esta vez ella le pone sus manos en el abdomen para indicarle que siga tumbado, y continúa creando figuras por otro camino. «Es ella la que me guía y la gente ni se entera», asegura el actor. Unas palabras a las que ella responde con la palma de la mano abierta para cruzarla con la de su compañero. «Significa que aprueba lo que digo», apostilla.
Durante la función, Lorena tiene una sonrisa constante. Hasta suelta carcajadas cada vez que le toca empujar a su compañero de escena en algún movimiento. Está contenta, disfruta, es como un juego para los dos. Y cuando la música se apaga y la sesión termina, Lorena vuelve a empujar a Palô. Quiere seguir jugando.
Su madre contempla la escena desde la esquina de la sala. Se emociona al hablar de ella y de las «cosas que ha conseguido» gracias al teatro. «Es maravilloso verla, la complicidad que tienen ambos, es muy motivante», cuenta Loli, que vive cada pequeño detalle como un paso de gigante en una carrera llena de obstáculos. Insiste en que apuntarla hace ya seis años a la compañía de teatro ArribaDown que dirige Palô fue «un gran acierto»: «Le ayuda mucho a comunicarse y veo la ilusión con la que lo hace».
Y sin nervios. Su madre reconoce que el día del estreno la familia estaba «atacada». Lorena está acostumbrada a subirse al escenario de la asociación, junto a sus compañeros, pero no sabían cómo iba a actuar en una sala pequeña, con el público rodeándola a menos de un metro de distancia, el formato distintivo de Microteatro. «Pero ella llegó y nos dijo ya está, con tranquilidad. Y el resultado fue formidable», recuerda. La obra se estrenó en Microteatro Málaga la pasada temporada y vuelve ahora en sesión dominical las tardes de enero como parte del circuito Off del Festival de Teatro. Forma parte de una cartelera por donde desfilan de jueves a sábado obras de estreno de nombres de prestigio, como José Sanchís Sinisterra (Lo bueno de las flores es que se marchitan pronto) y Alfonso Zurro (Zombi), que han escrito piezas exclusivas para la sala alternativa de la calle San Juan de Letrán.
La Bella y la Bestia
La película de Disney La Bella y la Bestia sirve de inspiración a la obra, a la que ponen su voz Nuria Fergó, Eduardo Bandera, Pape Labraca y Teresa Alba. Están la rosa en la urna, los pétalos de flores y el mensaje. «El tema principal de esta historia es la belleza está en el interior. Y tristemente a las personas con Síndrome de Down las tachan de esa bestia, son diferentes y por eso no se les presta atención, no se les ayuda», argumenta Palô. Con esta propuesta, le da una vuelta al clásico: no solo la belleza está en el interior, «también la capacidad», y pueden hacerse visibles al exterior traduciendo en acción teatral esa especial forma de comunicarse. «Lorena no tiene mucha capacidad oral, pero solo tienes que pararte a escucharla. Entonces descubres su propio lenguaje», relata.
Entre ellos, «no sé por qué», se ha establecido una fuerte conexión, se entienden con solo mirarse. Nada más verle en la sala, ella corre a abrazarle, como hace durante la función. «Respeto y complicidad» es la base de su relación. La charla llega a su final y Lorena se despide chocando su puño cerrado. Tenemos su visto bueno.
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