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Imagen del espacio tras su clausura en la noche del martes.

La Casa Invisible vuelve a abrir y exige una reunión con el Ayuntamiento

El colectivo asegura que cumplirá la resolución de no permitir las «actividades de libre concurrencia» y convoca para hoy una asamblea para perfilar movilizaciones

Elena de Miguel

Viernes, 26 de diciembre 2014, 01:02

Tras el desalojo forzoso efectuado la víspera, un centenar de personas se concentraron el miércoles en las puertas del Ayuntamiento de Málaga bajo un grito común: «La Casa Invisible no se cierra». En la tarde de ayer martes, la Policía Local procedía a la clausura del inmueble de la calle Nosquera por motivos de seguridad y se prohibía expresamente el desarrollo de cualquier actividad de libre concurrencia. Se trata de un edificio de titularidad municipal y en el que un colectivo ciudadano desarrolla actividades culturales desde hace años.

Amanda Moreno, miembro del equipo jurídico de La Invisible, anunció que el inmueble va a seguir abierto y calificaba de «desproporcionada» la medida de clausura y desalojo que se tomó ayer. «La casa va a seguir abierta y va a desarrollar actividades internas. No tenemos ninguna intención de incumplir la resolución de Urbanismo en cuanto actividades de libre concurrencia, pero las puertas van a estar abiertas dijo. Ayer jueves, el colectivo reiteró su exigencia a Urbanismo para que le entregue el citado informe. Asimismo, anunciaron para la tarde de este viernes una asamblea que estudiará un calendario de movilizaciones para evitar el cierre.

Por tanto, el edificio volverá a estar operativo para las actividades del colectivo, así como el patio (está al aire libre y tiene un acceso independiente), donde, según indicó, no afectan las irregularidades contempladas en la resolución de Urbanismo, un documento del que aseguran no disponer aún. De momento, anularon la fiesta que habían previsto para la Nochebuena.

Moreno insistió en que desde 2012 llevan pidiendo al Ayuntamiento no sólo que cumpla el compromiso de ceder el espacio, sino que permitan acometer un plan para la rehabilitación, que ellos tienen desarrollado y que no pueden llevar a cabo porque carecen de la titularidad (en marzo de ese año finalizó la vigencia de la cesión temporal). «Sólo hemos obtenido el silencio como respuesta y hemos de recordar que el propietario es el Consistorio». Incidió en que llevan «meses» requiriendo al Ayuntamiento para que convoque una reunión para abordar ese plan de actuación y reconoció que, ante ese «silencio», han realizado obras para evitar males mayores en el edificio y que todo el coste se ha asumido desde el colectivo.

Adhesiones de apoyo al espacio de Nosquera

  • Desde que se produjo el cierre se ha ido sucediendo un goteo de manifestaciones de apoyo. Ada Colau, ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y actual líder de Guanyem, llamaba «impresentable» al alcalde, Francisco de la Torre, por querer cerrar «uno de los mejores centros sociales y culturales».

  • La portavoz socialista y candidata a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, defendió el espacio cultural clausurado por el Ayuntamiento de forma cautelar por seguridad, y reclamó al equipo de gobierno del PP que «no deje morir esta iniciativa por motivos técnicos que podría ocultar verdaderos motivos políticos». Así, Gámez defendió que La Casa Invisible es «un espacio de libertad de expresión, cultura y encuentro, pero que debe abrirse a otros colectivos y no ser un coto cerrado de unos pocos».

  • Por su parte, EQUO consideró que la medida no es más que el reflejo de la onda expansiva de la Ley Mordaza. «Haya o no motivo legal o técnico para la clausura del inmueble, llaman la atención el uso desproporcionado de medios policiales y la ausencia de comunicación previa del desalojo a los colectivos gestores del espacio, quienes precisamente habían solicitado la revision del edificio», señalan en un comunicado que han distribuido por redes sociales. Desde el colectivo Marea Verde expresaron su rechazo a la medida y pidieron la defensa de un espacio de «cultura libre» imprescindible. También incidieron en que el cierre es una medida de «castigo político».

Desde el colectivo se considera que la «dejación de responsabilidades» del Ayuntamiento tiene motivación política, pero también urbanística. Creen además que esconde una intención de propiciar el deterioro del inmueble y así justificar su demolición para reconstruirlo conservando tan solo la fachada, que sí está protegida.

Apenas una hora antes de la concentración a las puertas del Ayuntamiento en la mañana del miércoles, el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, ofrecía la visión municipal del cierre del inmueble y lo justificaba, sobre todo, por la elevada peligrosidad de la instalación eléctrica. «No sabemos hasta qué punto eran conscientes los que estaban dentro, pero también había ciudadanos de Málaga que iban a sus actos», justificó el edil, que insistió en el riesgo de que se hubiera producido una «gran desgracia». «Allí también acudían niños», subrayó y puso como ejemplo de riesgo los «numerosos empalmes» de cables o la carencia de extintores.

Informe desfavorable

En su relato, el concejal se refirió al informe desfavorable de la Inspección Técnica de Edificios de 2011, donde se recogía la necesidad de acometer obras de estructura, fachada o mediaderas. Posteriormente, se remitió a la intervención de Urbanismo en agosto de 2014 tras unos desprendimientos en una finca colindante, lo que llevó a una visita posterior de Bomberos a finales de noviembre, que ha derivado en esta resolución. Pomares no hizo referencia a los requerimientos por parte del colectivo (de los que Amanda Moreno mostró posteriormente documentos fechados en 2012) y se limitó a esas dos fechas. Sí remarcó que durante este tiempo se han desarrollado actividades y obras en el inmueble de las que no tenían conocimiento y que deberían haber sido informadas. Tampoco quiso concretar los pasos que se van a dar ahora ni si tienen previsto sentarse con el colectivo para aclarar y solucionar lo ocurrido.

Tras su intervención ante los medios, Amanda Moreno se dirigió a los integrantes del colectivo, concentrados frente al Ayuntamiento, para anunciarles las medidas que van a tomar. De momento, han convocado la asamblea de hoy y la intención es que su protesta derive en una manifestación, aún por concretar.

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